viernes, 17 de agosto de 2012

CAPITULO XVII


CAPITULO XVII


Eduardo Pedro García Rodríguez



En Tamaránt (Gran Canaria) la población precolonial estaba agrupada con criterio administrativo, las poblaciones estaban más concentradas y contaba con una planificación urbana. Existían dos importantes  núcleos poblacionales que merecieron por parte de los invasores la consideración de ciudades, la villa de Gáldar y la de Telde, que eran los centros políticos y administrativos de los dos guanartematos de la isla.

Estos guanartematos estaban a su vez divididos en distintas unidades administrativas a cargo de un guayre, cuyo centro era una gran aldea de la que dependían otros pequeños poblados. De estos poblados, muchos fueron demolidos por los invasores para aprovechar sus piedras en las nuevas edificaciones, muros de huertas o simplemente porque eran “paganos”. Los restos de algunos  de estos poblados quizás por estar alejados de los centros de influencia de los invasores escaparon a las rapiñas iniciales y a la posterior brutal especulación del suelo en aras del nuevo dios extranjero, el turismo de alpargatas, que ha proliferado por nuestro territorio propiciando que sea devorado de manera inmisericorde para engrosar los bolsillo de los especuladores europeos y de algunos canarios de servicio.
Este nuevo método de colonización a dado lugar por parte la sociedad europea y parte de la canaria euperisada supuestamente civilizadas a la más brutal forma de terrorismo psicológico, el terrorismo cultural, arrasando de manera vandálica el milenario Patrimonio Arqueológico Canario, patrimonio que -lo poco que queda- no lo es sólo de nuestro expoliado pueblo sino que lo es de toda la humanidad.
Como ejemplo de lo dicho y de la incuria de los organismos coloniales que deben velar por nuestro patrimonio, veamos algunos de los últimos casos de destrucción de nuestro acervo cultural en la isla Tamaránt recogidos por  el colectivo DEPACA en el año 2005 en: es.geocities.com/cantero_jesus/atentados-gc.htm:


“Pocillo Real” - "Meloneras" (San Bartolomé de Tirajana).
Una pala excavadora que construye una calle junto a un campo de golf, destruye tres de las cinco casas cruciformes prehispánicas que allí existían, a pesar de que desde 1994 el yacimiento estaba protegido, de forma vinculante, por un estudio de “La Roche Consultores”. Las otras dos casas indígenas restantes están ya en muy mal estado. El Cabildo de Gran Canaria y la Administración Autonómica de Canarias, teóricos garantes de la protección de los yacimientos arqueológicos, se inhiben escandalosamente a pesar de las denuncias del Arqueólogo Jorge Miranda Valerón. (Fuente “La Provincia”, 26/12/2005. Pag. 11).

"El Gallego"  (Telde, Gan Canaria)
Esta necrópolis precolonial situada sobre un volcán extinto, ha quedado desprotegida al rechazar inexplicablemente la Administración Autonómica su declaración como BIC (Bien de Interés Cultural). El yacimiento es pisoteado frecuentemente por determinados espectadores de competiciones automovilísticas.

“Yacimiento de la Capellanía” (Arucas, Gran Canaria)

En la remoción de tierras en el aparcamiento ubicado a la entrada de Arucas, junto a la Iglesia de San Juan Bautista, lugar conocido como la "Capellanía Grande", apareció hace unos meses un importante yacimiento arqueológico.

El Ayuntamiento de Arucas costeó la prospección oportuna y dada la magnitud de este yacimiento, que nos hace corroborar que la Arehucas primitiva era mayor de lo que pensaba, y el coste elevado de seguir su estudio, se ha pedido ayuda al Cabildo Insular de Gran Canaria, para crear un "Parque Arqueológico" en el lugar. Para evitar el espoleo y posibles caídas en las zanjas de los viandantes, se volvió a rellenar las catas.

"Cenobio de Valerón" (Guia, Gran Canaria)
Este yacimiento - que en realidad es un granero colectivo precolonial - es, desde hace tiempo, "Bien de interés cultural" (B.I.C.) y uno de los más visitados de Canarias por su espectacularidad. Sin embargo, su estructura de roca volcánica está siendo degradada, lenta pero continuamente, por filtraciones de aguas residuales de un pozo negro usado por unas casas situadas mas arriba.

"Las Huesas - Guiniguada" (Las Palmas de Gran Canaria)
La Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Administración Autonómica (el ente encargado de velar por el Patrimonio Arqueológico) intentó construir, hace algunos años, un centro de profesores sobre este yacimiento, descubierto hace más de 100 años, aunque poco estudiado. Tras numerosas protestas de colectivos independientes, el centro no se hace, pero se continúan, repetidamente, una serie de pequeñas obras que lo van destruyendo por etapas. Las agresiones a este yacimiento se extienden, en el tiempo, desde 1974 hasta hoy mismo y su ubicación es el subsuelo de la actual "Residencia escolar Felo Monzón Graubassas, en Lomo Blanco (Tafira).

“Montaña de los huesos” (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria)
El Cabildo divulga este yacimiento y prepara un sendero para turistas, a pesar de que aquí nunca se han realizado excavaciones arqueológicas sistemáticas. Unos meses más tarde aparecen en este poblado, varias excavaciones ilegales.

“El Cascajo de Belén”. (Telde, Gran Canaria)
Se va a construir un hotel y un campo de golf sobre una necrópolis  precolonial. Con anterioridad este yacimiento fue recubierto con tierra y piedras. Los sondeos arqueológicos para su relocalización son encargados a una empresa privada y subvencionados por los promotores del negocio.

 “Gran Canaria”.
La Administración autonómica construye unos almacenes en el "Lomo de Maspalomas" desde donde personas desconocidas, realizaban expediciones y rebuscas arqueológicas a diferentes yacimientos de la Isla. Finalmente, ladrones y turistas saquearon los almacenes llevándose las mejores piezas.

 “Gran Canaria”.
El Cabildo de la Isla publica una Guía Arqueológica - en castellano y en inglés - que facilita la visita de los turistas a yacimientos que nunca se han excavado y que no tienen ni rejas ni suficiente protección.

“El Roque”  (Agaete, Gran Canaria).
Un tractorista, al servicio del Cabildo Insular, destruye una casa de los antiguos canarios, muy conocida y publicada.

  “Playa de Sardina del Norte”  (Gáldar, Gran Canaria).
 Cuevas artificiales de habitación, de origen precolopnial, en peligro de destrucción total o parcial. Se pretende colocar en su lugar mallas de acero y mortero gunitado para evitar desprendimientos de piedras.


“El Hospital y San Sebastián” (Gáldar, Gran Canaria).
Cuevas artificiales y estructuras de piedra seca situadas cerca de la famosa "Cueva Pintada". Yacimiento muy dañado por maquinaria pesada. Robo de piezas arqueológicas debido a la ausencia de vigilancia. Se pretende destruir o reubicar el yacimiento a pesar de ser conocido y publicado desde 1935.

“Playa de la Garita” (Telde, Gran Canaria).

Casas precoloniales descubiertas accidentalmente en 1993. Abandono y destrucción paulatina del Yacimiento ante la desidia de todas las administraciones e instituciones competentes.

Arguineguín-Tirajana: Lomo Galeón: Viviendas de planta interior cruciforme, circular o elíptica y enterramientos tumulares de base cuadrada o circular, así como otros más complejos con gradas y tortea central y cistas adosadas.

Cañada de la Paloma o del Toscón: Casas de planta interior cruciforme y circular, además de cuevas naturales y artificiales.

Barranquillo de La Jarra: Existían más de una docena de casas de planta interior cruciforme y circular, de las que sólo quedan dos.

Lomo de San José o Lomo del Cementerio: Conocido así  por ubicarse allí una necrópolis con dos tipos de estructuras: Túmulos con tortea y cistas.

También se  señala restos de casas y enterramientos en la margen derecha del barranco, frente al Cortijo de San José que, a falta de una información más detallada, se podría corresponder con la zona que en la carta arqueológica de Arguineguín se denomina Lomo de Bento y El Palomar. Para la Punta del Perchel señala que se encontraron “... en otras épocas edificaciones canarias y una necrópolis”.

Lomo de Los Gatos y Las Crucecitas (Playa de Mogán): La zona arqueológica de Lomo Los Gatos está constituida por diferentes evidencias arqueológicas de la cultura de los antiguos canarios como casas guanches, cuevas naturales de ocupación temporal, cuevas de enterramiento y estructuras funerarias.

Playa del Burrero, (Carrizal de Ingenio): En Ingenio, podemos localizar un pequeño enclave arqueológico compuesto por dos unidades bien diferenciadas: por un lado el poblado de casas y cuevas localizado en la parte alta y media del acantilado costero que se encuentra inmediato a la Playa por su parte norte.

El poblado esta constituido por varias casas y un conjunto de 21 cuevas naturales y otras parcialmente labradas en una toba muy deleznable. Debido a este hecho, otras cuevas, de las que se observan indicios, están sepultadas por los derrumbes, Se localizan en dos niveles, y han sido reutilizadas durante muchos años por pescadores, por lo que hoy se encuentran muy alteradas desde el punto de vista arqueológico.

La identificación de la planta de estas estructuras de piedra seca en superficie presenta ciertas dificultades debido al relleno natural y artificial de esta zona, por movimientos de tierra, apertura y ensanche de un camino, etc... Dichas estructuras se corresponden con viviendas de los antiguos canarios y posiblemente con algún enterramiento tumular.

También puede observarse material arqueológico en superficie en los alrededores de estas estructuras.
La Atalaya, Santa Brígida (Sataute o Satautey): El barrio de La Atalaya es lugar de gran interés por haber pervivido en él hasta principios de siglo uno de los pocos poblados aborígenes. Hoy en día se conservan multitud de casas rehabilitadas excavadas en cuevas.

Poblados de casas guanches  con algún tipo de conservación
Los Caserones,  Fataga (Tirajana:) Ésta se localiza en la margen izquierda del Barranco de Fataga, en un lomo que se extiende entre dicha ladera y la Cañada de los Caserones.

Se trata de un poblado guanche  formado por, al menos, siete casas de piedra seca, que se encuentran en parte muy alteradas, por lo que es difícil, en algunos casos, precisar la planta y morfología de las estructuras. Por lo general, éstas tienen planta exterior de tendencia circular e interior cruciforme o cuadrangular, con dependencias anexas. Se distribuyen en el sentido ascendente de la ladera y en algunos casos se ha rebajado el terreno para adosar a él los muros de la construcción. Los muros de las estructuras se encuentran en su mayoría muy derruidos, de forma, que tanto al interior como al exterior las estructuras aparecen cubiertas de piedras procedentes de un desplome. Se asocia abundante material arqueológico en superficie, así como otros restos de cronología postconquista. A esta condición, además, hay que añadir la existencia de varias estaciones rupestres, unas vinculadas directamente a las estructuras constructivas y otras dispersas por el entorno inmediato.

Incluye las áreas designadas con los topónimos: Llano de los Caserones, Lomo de las Casas Viejas, Caserones de Arriba y Las Rosas.

La Cogolla de Veneguera” (Mogán)
Se trata de un poblado guanche formado por, al menos, siete casas de piedra seca, que se encuentran en parte muy alteradas, por lo que es difícil, en algunos casos, precisar la planta y morfología de las estructuras. Por lo general, éstas tienen planta exterior de tendencia circular e interior cruciforme o cuadrangular, con dependencias anexas. Se distribuyen en el sentido ascendente de la ladera y en algunos casos se ha rebajado el terreno para adosar a él los muros de la construcción. Los muros de las estructuras se encuentran en su mayoría muy derruidos, de forma, que tanto al interior como al exterior las estructuras aparecen cubiertas de piedras procedentes de un desplome.
A continuación se realiza una breve descripción de las unidades que conforman el conjunto y que se realiza siguiendo el sentido ascendente de la ladera:

Unidad 1: estructura de piedra seca de planta interior cruciforme y exterior ovalada. El paramento está formado por un doble muro de piedra seca relleno en su interior por un cascajo de menor tamaño. La estructura se encuentra muy alterada, aunque es posible apreciar las esquinas de ambas crucetas. En la zona de acceso se adosa un recinto de morfología cuadrangular.

Unidad 2: estructura de piedra seca de planta interior posiblemente cruciforme, aunque es difícil precisar su morfología debido a los fuertes derrumbes que ha sufrido la estructura. Ésta se ha construido rebajando la ladera para adosar a ella los muros. La boca de acceso está orientada a 130 grados NE y da a un terraplén acondicionado con un muro de piedra seca que nivela el terreno.
Unidad 3: estructura de piedra seca que se localiza próxima a la unidad 2. Es de planta irregular, aunque de tendencia cuadrangular y se encuentra en muy mal estado de conservación.

Unidad 4: formada por dos estructuras de piedra adosada. Una de ellas es de planta interior cuadrangular con una dependencia anexa. Está orientada a 135 grados NE y presenta un pequeño saliente a la entrada para nivelar el suelo, donde se localiza una escalinata que facilita el acceso al recinto.
La otra estructura es de planta interior ovalada y está orientada a 225 grados SW.

Unidad 5: estructura de piedra seca de planta aparentemente cruciforme. Solo se conserva parte de la entrada y los dos laterales. El fondo de la estructura no está definido, al no localizarse restos del muro.
Unidad 6: formada por dos estructuras de piedra seca adosadas. Una de estas estructuras es de planta cruciforme aunque no es posible distinguir los bordes exteriores de la misma. La otra es de planta exterior ovalada y presenta sus muros mejor conservados que la anterior.

Unidad 7: estructura de piedra seca de planta interior cruciforme. Se encuentra muy alterada y tan sólo es posible apreciar algunos tramos de muro.

Poblado de Tufia (Telde): “Las primeras referencias escritas sobre la existencia de un yacimiento arqueológico en la península de Tufia en Tamaránt (Gran Canaria) se deben a Sebastián Jiménez Sánchez, quien en 1944 publicó la noticia de su descubrimiento: “Este yacimiento importante, conocido por Tufia, Tu fía y Taufia, está situado en la misma costa del término municipal de Telde, a poco más de 3 kilómetros de Taliarte. El yacimiento está sobre el promontorio del mismo nombre, de costa acantilada y brava.

Todo el promontorio forma una minúscula península que origina una ensenada y playa llamada con la misma denominación... la parte alta de este promontorio nos presenta una sorpresa agradable. En él descubrimos un importante poblado aborigen, hasta el presente por nadie citado”


Observando el yacimiento de Tufia desde el mar, (Este-Oeste), podemos apreciarlo en toda su magnitud. En él encontramos diversos tipos de construcciones: murallas semidestruidas que lo rodean, estructuras de enterramientos-túmulos-, estructuras habitacionales -casas de piedra seca- concentradas en dos núcleos separados entre sí, un amplio recinto amurallado al que no podemos dar función segura;  y un grupo de cuevas que se abre en el acantilado. Todo este poblado se alza en lo alto de la terraza que se forma sobre la península de Tufia.

La parte mejor conservada se enclava en la cresta de la colina. Se trata de un núcleo compuesto por cuatro recintos habitacionales con forma circular en el exterior y ovoidea o elíptica en el interior de tres de ellas, y cuadrangular en la cuarta, que además posee un compartimiento suplementario también cuadrado, así como una especie de antesala de gran tamaño. Las entradas se realizan por el oeste (de espaldas al mar) en las tres mayores y por el sur en la menor.

Como ya hemos señalado, esta zona es la que se encuentra menos deteriorada, alcanzando sus muros en ocasiones alturas superiores al metro y medio, y manteniéndose casi intactas en las esquinas y ángulos construidos con gran perfección.

El otro núcleo más al norte y más bajo contiene tres estructuras habitacionales, también circulares en sus partes exteriores pero más angulosas por dentro, presentando una de ellas una planta casi cruciforme. Las tres se encuentran unidas en sus fachadas, conformando un muro continuo que sólo se interrumpe en los huecos de las entradas, que como antes se orientan al poniente. Las paredes apenas si sobresalen de la tierra, bien por enterramiento o por destrucción no consiguen superar el medio metro en las partes más favorables.

Muy cerca de estas estructuras está el recinto mayor del yacimiento: se trata de una gran construcción cuadrangular, con esquinas redondeadas y de una gran perfección en los muros interiores, que encierran una superficie de aproximadamente 213 metros cuadrados, y a la que se accede por una puerta orientada al N. O. y en la que hay tres escalones de unos 15 cm. cada uno.

Junto a la pared izquierda de esta especie de Tagoro se insinúa un trozo de suelo empedrado que da realce a esta parte del yacimiento.

En cuanto a los túmulos hoy se pueden ver claramente dos de los tres que existen, ligeramente apartados hacia el norte del complejo cerrado. Estos son distintos entre sí, uno más grande tiene un centro a flor de tierra, rodeado circularmente por dos filas de piedra de mayor a menor altura según se separan del centro. El otro, más pequeño, se forma por una sola hilera de piedras que circunda un espacio relleno de tierra.

Un último túmulo se esconde bajo la superficie de la colina, y solamente es delatado por alguna que otra piedra que contornean una débil figura. Este se compone por tres gradas concéntricas de diferentes alturas.

Además de los distintos tipos de construcciones ya citados existen una serie de murallas que lo delimitan y dividen interiormente. Dos de ellas de gran longitud (hoy prácticamente destruidas) lo protegen por los lados este y oeste, y otra, ya más abajo, lo aísla de la playa de Aguadulce; así mismo, hay pequeños muros que separan los distintos núcleos del yacimiento (posibles lindes de propiedad).” (Boletín informativo Aguayro. Nº 143, 1982: 10-14).


 Las casas canarias, son construcciones sólidas y resistentes, hechas a conciencia para perdurar durante generaciones. Pueden aparecer adosadas entre sí formando una manzana de casas, o ser independientes, en cuyo caso suelen ser de forma oval exteriormente y cruciforme en su interior, aunque las hay de otros modelos. En el exterior de la entrada, que se situaba en uno de los brazos de la cruz, solían encontrarse unos bancos. Se accedía a través de una puerta con gozne y junto a ella estaba el hogar; en el centro de la casa hay un brasero delimitado por tres piedras (tenikes) o labrado en un solo bloque.

Los otros tres brazos de la cruz son estancias dormitorio y almacén. El techo estaba formado por cuatro vigas sobre las que se ponían otros palos, y sobre ellos, capas de lajas, carrizo y barro.



La política conservacionista del legado de los antiguos canarios por parte de los organismos oficiales coloniales ha sido y es a todas luces  deficitaria, estos organismos vienen mostrando un especial interés en la conservación del patrimonio colonial, especialmente de los templos de la iglesia católica, conventos y caserones de la oligarquía dominante los cuales se reconstruyen o restauran con ingentes aportes económicos procedentes de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos. No se da igual tratamiento a los yacimientos arqueológicos de la milenaria cultura guanche  muchos de los cuales son destruidos sistemáticamente ante la total indiferencia o beneplácito de dichos organismos supuestamente encargados de velar por el mantenimiento y conservación de los mismos. Como hemos dicho únicamente prestan atención a aquellos yacimientos que pueden ser rentables económicamente convirtiéndolos en parques de atracciones para turistas, sin que apliquen los mismos criterios económicos para los templos católicos y los caserones de las antiguas y actuales burguesía colonial dominante. Por otra parte, la idea que nos trasmiten en torno a la arquitectura colonial es la de que esas construcciones que actualmente nos muestran en los folletos de propaganda turística surgieron de manera instantánea desde los primeros tiempos de la invasión y conquista y que desde entonces están ahí, nada más cierto de la realidad, en los primeros tiempos de la colonización los invasores no sólo se aprovecharon de la casas canarias sino que también lo hicieron de las cuevas, durante la primera centuria de la ocupación los colonos se limitaron a construir modestas chozas cubiertas con paja o imitando las techumbres de los canarios. Son pocas las edificaciones coloniales que han soportado el paso del tiempo, incluso las denominadas publicas de las que algunos ejemplares han llegado a nuestros días, lo han hecho mediante sucesivas ampliaciones, reconstrucciones y restauraciones, por el contrario, las mejores técnicas constructiva de los primeros canarios han posibilitado que muchas de estas casas viviendas que han escapado de la voraz pala mecánica y de la desmesurada especulación estén en disposición de ser usadas simplemente colocándoles una cubierta. De hecho, hoy podemos ver una casa canaria en plenas condiciones de habitabilidad en Tunte, se trata de la casa canaria de Doña Carmela Morales Medina, quien nos da una prueba del arraigo que parte de nuestro pueblo siente hacia nuestra ancestral cultura a pesar de los intentos globalizadotes, mantiene su casa canaria y aspira a que sus descendientes continúen haciéndolo.


Es evidente que durante los primeros tiempos de la colonización coexistieron las formas arquitectónicas canarias con los modestos aportes de los europeos, además como hemos dicho reutilizaron las construcciones guanches convirtiendo muchas de ellas en casas fuerte y incluso en templos católicos, siendo las más documentadas la llamada Casa Roma, el Palacio del Guanarteme y la Casa de las Maguadas, estas últimas localizadas en  el actual Telde, coincidiendo con su casco antiguo, debajo de ese mismo casco, se encuentra el primitivo asentamiento guanche, cabeza del guanartemato del mismo nombre. Este asentamiento era el principal núcleo de Telde pero no constituía el único asentamiento de la zona, en su periferia se encontraban otros como: El Portichuelo, Tara, Cendro, Tufia, la Gavia, Cuatro Puertas, Lomo Magullo, Tecén, la Majadilla y Jinámar. Igual suerte corrió el guanartemato de Gáldar como hemos visto más arriba.




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