martes, 21 de agosto de 2012

CAPITULO XXII


CAPITULO XXII

Eduardo Pedro García Rodríguez


Arquitectura mortuoria en Tamaránt (Gran Canaria)


El enterramiento en túmulos es exclusivo de Gran Canaria, donde aparece asociado a los poblados de casas de piedra. Los hay de estructuras simples y otros mas elaborados.

Estos últimos pueden componerse de un torreón central y una serie de gradas o ser circulares con gradas y departamentos interiores. Los cadáveres eran colocados en el interior de cistas o fosas.

“Los lugares que la población primitiva de Canarias eligió para depositar a sus difuntos son espacios que, como norma, presentan una dilatada vigencia temporal. Son concebidos y habilitados como enclaves para albergar los cuerpos de los antepasados a lo largo de sucesivas generaciones y que, por lo general, se encuentran directamente asociados a los lugares de habitación. De este modo se establece una relación directa y cotidiana entre vivos y muertos, probablemente en un deseo de mantener la unidad del colectivo y de éste con un territorio específico que es identificado como propio.” (Javier Velasco Vázquez).

Nuestro pueblo siempre ha sido sabio, desde los primeros contactos mantenidos con los invasores europeos comprendieron que si eran vencidos su concepción de esta realidad sería totalmente truncada por la fuerza, pues el fanatismo de que eran portadores los invasores les impedía establecer un dialogo comprensivo y mucho menos en los aspectos religiosos, pues era precisamente en los aspectos amorales del catolicismo en los que se apoyaban para justificar la invasión  masacre y esclavización de los pueblos que consideraban inferiores.

Los sentimientos de endofobia manifestados tradicionalmente por los estamentos coloniales quedan de manifiestos en el sacrílego acto de terrorismo espiritual perpetrado contra nuestro pueblo al profanar las tumbas de nuestros difuntos, como el que han perpetrado -entre otros muchos- contra la necrópolis guanche de  Maspalomas la cual fue saqueada y los restos óseos almacenados en una nave industrial en la se apilan desde hace más 20 años los restos de 137 cuerpos de nuestros antepasados.

Los huesos, túmulos, piedras, esqueletos y momias, incluso de niños, han permanecidos de manera irreverente etiquetados en estanterías como si  de simples trastos curiosos se tratara durante más de dos décadas en las que el Gobierno supuestamente canario, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, dignos herederos ideológicos de los invasores no se han puesto de acuerdo para cumplir un compromiso contraído en 1988 para acondicionar el cementerio. 

¿Tratarían con la misma irreverencia y desprecio estos estamentos coloniales los cementerios cristianos donde reposan los restos de sus difuntos? Tenemos derecho a exigir para nuestros lugares de culto y cementerios, como mínimo, el mismo respeto que se tiene con los templos y necrópolis judeo-cristianas. ¿Estarían dispuestos estos criollos y colonos a exhibir públicamente como objetos de curiosidad -amparándose en un supuesto interés  científico-, los esqueletos de los nefastos Reyes Católicos o los de sus abuelos?
La Guancha

La necrópolis de La Guancha constituye un complejo en el que se encuentran numerosas construcciones guanches de carácter tumular, fácilmente reconocibles por estar formadas por un torreón central. A pesar de que el mausoleo se encuentra protegido legalmente, las actuaciones realizadas en materia de rehabilitación, mejora y protección material del yacimiento siguen siendo mínimas.

En este cementerio guanche se encuentra uno de los monumentos arqueológicos más relevantes de Gran Canaria, el Túmulo de la Guancha o el panteón de los Guanartemes.

En este mausoleo colectivo, que ha sido interpretado como un panteón familiar, se daba sepultura a los miembros de la clase dirigente de la sociedad precolonial canaria.

La situación actual del cementerio de  La Guancha es lamentable. Un monumento como éste, que apela al pasado precolonial de Tamaránt (Gran Canaria) y a su cultura espiritual, debería recibir mayores atenciones. Sin embargo y como es habitual, las actuaciones en materia de rehabilitación siguen un camino lento y la necrópolis se encuentra en un estado de abandono alarmante.

Integrado en el mismo conjunto se localiza un área de necrópolis (cementerio) en la que se conservan algunos de los túmulos funerarios más significativos de toda Gran Canaria.

El mayor de estos depósitos funerarios es el conocido como Túmulo de La Guancha. Se trata de una gran construcción de piedra seca de tendencia circular, con una evidente ordenación jerárquica del espacio a partir de anillos concéntricos y muros radiales en relación con el enterramiento principal. Mediante este procedimiento se definen diversas sepulturas, hasta un número de 42, en el que se irían ubicando cada una de las inhumaciones.

Una de las descripciones mas completas de este cementerio de los antiguos canarios no la legó el arqueólogo Celso Martín de Gumán en un extraordinario trabajo publicado hace ya algunos años:
“La ciudad de los muertos, que eso es lo que significa necrópolis, aparece definida en el territorio de la costa, ocupando un lugar privilegiado, no lejos del poblado, y compartiendo con él el lujo inmenso y perpetuo del impetuoso océano, que llega hasta su misma orilla y ensalitra con su brisa estas ruinas milenarias.
La necrópolis de Gáldar hubo de ocupar una extensión mayor que la que se pudo documentar a partir de las excavaciones de 1934 y 1941. De cualquier modo, las estructuras conservadas contienen los suficientes elementos para hacernos una idea de aquella magnitud, y ocupan una extensión de unos 24.0000 metros cuadrados.
Sus tumbas o panteones, popularmente conocidos como “túmulos”, por el carácter turriforme de su elemento central, se organizan circularmente, en fosas y cistas compartimentadas por muretes bajos, que le dan al mausoleo un aspecto de representación solar, debido justamente a su formalización geométrica radial. Por eso, estos panteones según se suceden los distintos enterramientos van creciendo circularmente y cerrándose en anillos constructivos de piedra seca.

Todas estas fábricas funerarias están provistas de un acceso o pasillo de entrada, resuelto en gradas, que permite llegar y circular por el interior de las sepulturas y alcanzar la torrecilla central. Sin embargo, y contrariamente a lo que se pudiera pensar, no todas las cistas contienen restos. En otras tan sólo pueden encontrarse restos incompletos, no por actos de vandalismo o saqueo de las tumbas, sino por exigencias del ritual, donde los restos de los antepasados ilustres terminan repartiéndose y llevándose a las casas de sus descendientes.

El carácter señorial o principesco de estas tumbas está certificado en la información etnohistórica, donde se alude con claridad a la diferencia entre nobles y villanos, o “trasquilados”. Los sacerdotes, las Harimaguadas, los guaires, las princesas y los príncipes de la familia real eran objeto de un especial tratamiento, y estos panteones garantizan su conservación y prestigio.
 El Panteón de los Guanartemes


El Gran Túmulo Real es la más sobresaliente manifestación de toda la arquitectura funeraria del Archipiélago Canario, y expresa y resume el alto grado de complejidad social y jerárquica del guanartemato de Gáldar. En efecto no se puede explicar esta estructura arquitectónica sin ponerla en relación con una organización estamental sustentada en torno a un lugar central, centro político y administrativo de la isla, además de garantía de la redistribución de los excedentes de producción agrícola y ganadera.

No es pues de extrañar la emergencia de la Jefatura encarnada en el príncipe o Guanarteme, asistido por un consejo de 12 notables que se reúnen para formar el Gran Sábor y que tienen sus reuniones en Gáldar, por haber sido el origen de la dinastía, fundada por Andamana y Gumidafe, primeros reyes de Gran Canaria. A estos Guanartemes se sumaba un Cuerpo Nobiliario formado de un máximo de 200 Caballeros que constituían la aristocracia guerrera de la isla, y cuyos componentes mayoritariamente habitaban en el término de Agáldar.

Para perpetuar el origen de la dinastía, este gran panteón se sitúa en el lugar principal de la costa, en un envidiable y privilegiado emplazamiento, desde donde se domina, de una mirada, las montañas emblemáticas de Gáldar y Amagro, y la colina o Acrópolis, donde estaba el Palacio de los Reyes y hoy se levanta el Templo de Santiago de los Caballeros (1778).

El panteón está concebido como un sistema orgánico y planificado que es susceptible de admitir, en el transcurso del tiempo, distintas ampliaciones sin alterar las anteriores.
Tiene un desarrollo circular, como los otros túmulos de la necrópolis, a los cuales gana en grandiosidad y complejidad. Aparece rodeado de una muralla o anillo de circunvalación, que separa el espacio de los vivos del de los muertos aun cuando, entre muros  y adosadas a la muralla, aparezcan pequeñas tumbas y cistas que pueden contener ofrendas o restos de los animales domésticos o asociados a la vida del difunto.
Todo este entramado arquitectónico se agrupa dentro de un gran círculo cuyo eje máximo alcanza un diámetro  de 20 metros.
Su único acceso, curiosamente, está orientado en el eje exacto Norte- Sur, y coincide con la prolongación del de la torre de la Iglesia católica de Santiago de los Caballeros, en cuyo lugar hasta el siglo XVIII estuvo el alcázar o Palacio del Rey Guanarteme.

Su interior ofrece 12 recintos funerarios, dispuestos en sentido radial, de 1,70 a 2 metros de longitud media. Aparece organizado a partir de una estructura geminada, formada por una torreta central, de un diámetro máximo de 3,20 y de 2 metros de altura, a la que se adosa una fábrica elíptica de 6 por 3,30 metros de diámetro. Ambas estructuras contienen en su interior sendas cistas o cajones pétreos, realizados con grandes bloques basálticos hincados directamente en el suelo  y donde estuvieron los cadáveres de los fundadores, o antepasados comunes del regio linaje de los Guanartemes.

Los restos humanos extraídos de la excavación de 1934, y que han sido objeto de distintos estudios científicos, entre los que destacan los de Fusté y Schwidetzky, contabilizaron un total de 43 individuos, de rasgos morfométricos similares, y bien definidos, correspondientes a los miembros de un grupo consanguíneo cerrado. La Dra. Schwidetzky no dudó en sentenciar: “Los hallazgos de los túmulos representan restos de una capa superior particularmente distinguida en el sentido social: la nobleza más distinguida y la flor de los hombres más valientes de la isla.” Este grupo étnico, de caracteres mediterráneos, ofrece una estatura superior a la media de la isla y se ofrece como un grupo más reciente y culturalmente más potente en comparación con los grupos primitivos de los cromañoides, replegados en los asentamientos de montaña.
La fecha radiocarbónica, obtenida por el procedimiento del Carbono 14 dio el año 1000 de la Era, dato que se corresponde con los asentamientos del entorno de la Cueva Pintada que se escalonan del 500 al 1200 de la Era.


La necrópolis y entorno del Panteón de los Guanartemes ofrece aún suelo con un importante potencial arqueológico. Además del Gran Túmulo aparecen hacia el norte, y sobre el acantilado, desde donde se domina una amplia panorámica de la Rada de Gáldar, dos túmulos, con su torreta central y sus fosas de enterramiento.” (Celso Martín de Guzmán).

Arteara
La necropolis de Arteara es el mayor cementerio del Archipiélago Canario, al Sur de la isla de Gran Canaria, enclavado en el municipio de Tirajana en la margen derecha del barranco de Fataga. Se localizan más de 809 enterramientos tubulares. Ofrece una extensión de 37.535 metros, cuadrados rodeados en sus inicios por un muro de piedra seca, que hoy todavía se intuye en varios lados de todo el perímetro.
Construidos en piedra seca, presentan una Cista donde se coloca el cadáver a modo de caja mortuoria de piedra seca y una estructura superpuesta o torreón que la cubre.
Dispuestos con distintas configuraciones estructurales como por ejemplo: Troncoconicas, Piramidales, Esférica, Rectangular, etc.

En cuanto a la cronología, una datación obtenida en este yacimiento ofrece la fecha del siglo V antes de la era occidental, (2500 años de uso de este cementerio guanche).

Necrópolis de Lomo Primo
Localizada en el municipio de Gáldar, en Gran Canaria, arrojan un periodo de utilización del espacio sepulcral que se sitúa en el siglo XIV, es decir, una centuria antes de la invasión y conquista de Tamaránt (Gran Canaria,).

Según datos aportados por  el análisis efectuado por el método del Carbono 14 (C-14) llevados a cabo en  las instalaciones del Beta Analitic Radiocarbon dating Laboratory de la ciudad norteamericana de Miami, a un fragmento de peroné humano determinaron que el individuo murió entre 1280 y el 1400, lo que supone un primer referente temporal que confirma la coetaneidad de la necrópolis con otros espacios de enorme importancia arqueológica tales como el Santuario Cueva Pintada y el poblado de Agáldar.

Punta del  Perchel, Arguineguín

Verneau se refiere a los enterramientos, abundando en detalles la descripción realizada con anterioridad por Berthelot para la necrópolis de la Punta del  Perchel:

“...descubrí en el sur de Gran Canaria, a 200 metros aproximadamente del antiguo poblado de Arguineguín, verdaderos túmulos recubriendo fosas sepulcrales excavadas en el suelo.

Los túmulos de Arguineguín son de tres clases. Uno de ellos cubre una única fosa, encerrando a un solo sujeto. Las paredes están completamente forradas por lajas... Un segundo montículo recubría seis cadáveres dispuestos en dos capas superpuestas, comprendiendo cada una de ellas tres individuos. Una gran fosa había sido excavada en el suelo, limitada en su contorno por algunas lajas dispuestas de pie, dejando entre ellas intervalos bastante grandes. Tres lajas semejantes habían sido colocadas paralelamente a uno de los lados pequeños, con el objeto de hacer en un extremo una fosa incompleta destinada a recibir a un muerto. Otras tres lajas, dispuestas en el sentido del eje mayor, subdividían el espacio restante en dos tumbas. Lajas horizontales lo cubrían todo, repitiéndose la misma disposición encima. Cada cadáver tenía su fosa individual, aunque las seis fosas fueron cubiertas por un solo túmulo.

Debajo del tercer montículo de arena, encontré una vasta sepultura apenas tapada por algunas piedras puestas de plano de tanto en tanto. Esta sepultura encerraba una veintena de cadáveres, dispuestos sin orden y recubierto directamente por la arena del túmulo. ”
Túmulo de la finca de Leacock


 De donde se extrajeron las bellas ánforas que hoy se exhiben como una de las piezas más valiosas y originales en el Museo Canario.

Otros cementerios
Cueva de las Magarzas. Lugar de enterramiento
Huesa Bermeja. Cementerio de los Canarios
Playa de Montaña La Arena. Conjunto arqueológico de carácter funerario
Barranco de El Hornillo.  Cueva Funeraria
Mesa de Soria. Estructura de carácter funerario
Artefactos bélicos

[…] llegamos á Bentaiga á poner sitio al risco que sola una subida, que un hombre desde arriba puede él solo defender, tiene no más; tomóse la vanguardia Miguel de Mujica con sus 300 vizcaínos; sitió el paso, estuvimos allí quince días en los cuales no sacamos  de los canarios ningún fruto; echaban grandes piedras desde lo alto á rodar, eran á modo de molino con un agujero en medio y un palo atravesado para que cuando rodasen viniesen siempre iguales; matáronnos ocho españoles…, (Marín de Cubas)

Ingeniería civil

Como sabemos el agua es vital para el desarrollo de la agricultura, esta en la época precolonial estaba mucho más desarrollada en la isla Tamaránt que en el restos del archipiélago. Según testimonio de los cronistas era bastante variada las especies vegetales cultivadas en la isla, Niccoloso Da Reeco en su crónica de 1341 nos dice: “Esta isla está muy poblada y muy cultivada, los habitantes recogen granos, trigo, frutas, sobre todo higos…  En fin, viendo los marineros que nada útil podían sacar de allí, se dieron á la vela, y costeando la isla la encontraron mucho mejor cultivada en el Norte que en el Sur; vieron numerosas habitaciones, higueras y otros árboles, palmas estériles, coles y legumbres.


Para el riego de de los campos los antiguos canarios desarrollaron técnicas que les permitía sacar y transportar el agua desde los profundos barrancos, técnicas que en lo fundamental continúan usándose en la actualidad.

Conocían los principios fundamentales de la hidrotecnia y de la hidráulica, haciendo construcciones con aplicación a la agricultura y otros usos de la vida. Refiriéndose ala isla de Tamaránt, (Canaria) dice A. Sedeño:
"...Tenían muchas acequias de agua y con grande admiración tienen una gran peña viva agujerada por espacio de un cuarto de legua que atraviesa un gran cerro por donde condujeron parte de buena cantidad de agua por aprovechar con el riego buenas tierras; que llaman la Vega, y el principio nace de unos barrancos muy hondos y la subieron por unos acueductos haciendo calzadas por donde llaman Tejeda...".(Antonio Cedeño. 1993:19).

Gómez Escudero: “sembraban cebada con garabatos de palo, puesto en la punta un cuerno de cabra” y regaban las tierras...”con las acequias que tenían, por donde traían el agua largo camino”.

Fray José de Sosa: “Lo más que cultivaban era de regadío, para lo cual sacaban grandes acequias de cullas cristalinas corrientes repartianse despedaçados arroyos, que bañaban los alegres prados. De esta suerte aprovechaban el agua, encaminándola artificialmente hasta muy lejos, en muchas partes tenían albercones”....”Eran ingeniosísimos y de mucho artificio los canarios; mayormente en sacar las aguas encaminando las aguas por acequias por barrancos y riscos. Y cuando tenían falta de agua en algunos valles, a que se oponían empinadas montañas, y no podrían pasarlas por acequias siendo muy abundante los manantiales y copiosas las fuentes de donde procedían, taladraban los riscos aunque fueran muy macizos y sólidos abriendo por sus entrañas una mina” ....”plantaban e sembraban en muchas partes de la isla los gentiles canarios y tenían sus huertas de arboledas y bosques, así en las costas como en la medianías y cumbres con que estaban siempre la tierra muy proveida”. ...”lo más que cultibaban era de regadío para lo qual ingeniosos sacaban grandes acequias y canales... de unas vegas en otras”.


Esta actividad agrícola de regadío queda corroborada por las modernas investigaciones, el paleobotanico Jacob Morales asegura que las últimas campañas arqueológicas realizadas en los yacimientos más importantes de la isla de Gran Canaria han constatado el consumo de habas, guisantes y lentejas por parte de los pobladores precoloniales de la isla, un extremo que, según el experto de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, demuestra la complejidad de la producción agrícola de los primeros canarios, como actividades agrícolas más relevantes, un escenario que se complejiza en grado sumo con la aparición de estas leguminosas que requieren de mayores dosis de trabajo e infraestructuras hidráulicas. En todo caso, asegura el estudioso canario, la economía de los canarios era eminentemente cerealística con una producción centrada en la producción y almacenaje de trigo y cebada como especies dominantes. (Jacob Morales, marzo de 2007).

También almacenaban el agua según queda recogido en documentos posteriores a la invasión y conquista, en este caso de fecha 30 de diciembre de 1632:  “...espigonal abajo a el Lomo de los Frayles y arriba está un albercón del tiempo de los canarios y por otra parte el Barranco de Tamarasayte”
Las Pilas de los Canarios. Pilas y Canales Labradas en la roca. Los Canalizos de Chira. Cazoleta.

Caminos
Los caminos utilizados por los antiguos canarios  sirvieron de base para la posterior red de comunicaciones, definiéndose un conjunto de itinerarios que se fue ampliando y mejorando a lo largo de los siglos. En muchos casos, se trataba de auténticas obras de ingeniería popular, como ejemplifica el que salva el Paso de la Plata y que permitió facilitar las comunicaciones entre el norte y sur de la isla. Parte de estos caminos facilitan hoy acceder y conocer mejor los distintos rincones de la isla, los cuales son conocidos como caminos reales.











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