martes, 25 de junio de 2013

MARTIN FIERRO-IV





No me faltaba una guasca "; Esa ocasión eché el resto ":

375    Bozal, manlador ", cabresto, . Lazo, bolas " y manea "... ¡El que hoy tan pobre me vea Tal vez no crerá todo esto!
Ansí en mi moro escarciando
380    Enderesé a la frontera. ¡Aparcero! *, si usté viera Lo que se llama cantón "... Ni envidia tengo al ratón En aquella ratonera.
385    De los pobres que allí había A ninguno lo largaron, Los más viejos resongaron, Pero a uno que se quejó, En seguida lo estaquearon "
390    Y la cosa se acabó.
En la lista de la tarde El gef e nos cantó el punto *, Diciendo? «Quinientos juntos* Llevará el que se resierte ";
395    Lo haremos pitar del juerte *; Más bien dése por dijunto.»
A naides le dieron armas, Pues toditas " las que había El coronel las tenía,
400    Sigún dijo esa ocasión, Pa repartirlas el día En que hubiera una invasión.
Al principio nos dejaron De haraganes, criando sebo "•,
405    Pero después... no me atrevo A decir lo que pasaba... ¡Barajo! si nos trataban Como se trata a malevos •*.


Porgue todo era jugarle Por los lomos con la espada, Y aunque usté no hiciera nada, Lo mesmito que en Palermol
02 Le daban cada cepiadam Que lo dejaban enfermo.
Y ¡qué indios ni qué servicio, Si allí no había ni cuartel! Nos mandaba el coronel A trabajar en sus chacras"", Y dejábamos las vacas Que las llevara el infiel'".
Yo primero sembré trigo Y después hice un corral, Corté adobe pa un tapial, Hice un quincho "*, corté paja... ¡La pucha que se trabaja Sin que le larguen ni un rial""!
Y es lo pior de aquel enriedo Que si uno anda hinchando el lomo Ya se le apean como plomo ""... ¡Quién aguanta aquel infierno! ¡Y eso es servir al Gobierno! A mí no me gusta el come"".
Más de un año nos tuvieron En esos trabajos duros, Y los indios, le asiguro, Dentraban cuando querían: Como no los perseguían Siempre andaban sin apuro.
A veces decía al volver Del campo la descubierta "°, Que estuviéramos alerta, Que andaba adentro la indiada, Porque había una rastrillada m O estaba una yegua muerta m.

445    Recién entonces salía
La orden de nacer la riunión, Y cáibamos al cantón En pelos y hasta enancaos m, Sin armas, cuatro pelaos "*,
450    Que ívamos a hacer jabón "*.
AM empezaba el afán, Se entiende, de puro vicio'", De enseñarte el ejercicio A tanto gaucho recluta
455    Con un estrutor "'... ¡qué... bruta!, Que nunca sabía su oficio.
Daban entonces las armas Pa defender los cantones, Que eran lanzas y latones m
460    Con ataduras de tiento...
Las de juego "* no las cuento Porque no había municiones.
Y chamuscao •", un sargento Me contó que las tenían, 465    Pero que ellos las vendían Para cazar avestruces; Y ansí andaban noche y día Déle bala a los ñanduces m.
Y cuando se ivan los indios
470    Con lo que habían manotiao m, Salíamos muy apuraos A perseguirlos de atrás; Si no se llevaban más Es porque no habían hallao.
475    Allí sí se ven desgracias, Y lágrimas, y afiiciones; Naides le pida perdones Al indio, pues donde dentra roba y mata cuanto encuentra
480    Y quema las poblaciones.


No salvan de su juror Ni los pobres angelitos m; Viejos, mozos y chiquitos Los mata del mesmo modo,

485    Que el indio lo arregla todo Con la lanza y con los gritos.
Tiemblan las carnes al verlo Volando al viento la cerda "*, La rienda en la mano izquierda
490    Y la lanza en la derecha;
Ande enderiesa abre brecha, Pues no hay lanzaso que pierda.
Hace trotiadas tremendas Dende el fondo del desierto;
495    Ansí llega medio muerto
De hambre, de sé y de fatiga; Pero el indio es una hormiga Que día y noche está dispierto.
Sabe manejar las bolas m 500    Como naides las maneja;
Cuanto12Í el contrario se aleja Manda una bola perdida m, Y si lo alcanza, sin vida Es siguro que lo deja.
505    Y el indio es como tortuga De duro para espichar "•; Si lo llega a destripar Ni siquiera se le encoje. Luego sus tripas recoje
510    Y se agacha a disparar.
Hacían el robo a su gusto Y después se ivan de arriba m; Se llevaban las cautivas Y nos contaban que a veces 515    Les descarnaban los pieses °° A las pobrecitas, vivas.
¡Ah, si partía el corazón Ver tantos males, canejo! Los perseguíamos de lejos

520    Sin poder ni galopiar;
¡Y qué habíamos de alcanzar en unos bichocos U1 viejos!
Nos volvíamos al cantón A las dos o tres jornadas,
525    Sembrando m las caballadas; Y pa que alguno la venda, Rejuntábamos la hacienda Que habían dejao resagada.
Una vez, entre otras muchas,
530    Tanto salir al botón m, Nos pegaron un malón m Los indios, y una lanciada •", Que la gente acobardada Quedó dende esa ocasión.
535    Habían estao escondidos
Aguaitando m atrás de un cerro. ¡Lo viera a su amigo Fierro Aflojar como un blandito "I Salieron como maiz fritols>
540    En cuanto sonó un cencerro.
Al punto nos dispusimos, Aunque ellos eran bastantes "; La formamos al istante Nuestra gente, que era poca, 545    Y golpiándose en la boca "° Hicieron nía adelante.
Se vinieron en tropel Haciendo temblar la tierra. No soy manco pa la guerra,
550    Pero tuve mi jabón.
Pues iva en un redomón M1 Que había boliao en la sierra.
¡Qué vocerío! ¡Qué barullo! ¡Qué apurar esa carrera!

555    La indiada todita entera Dando alaridos cargó, ¡Jué pucha'"! y ya nos sacó Como yeguada matrera "*.
¡Qué fletes"" traiban los bárbaros!
560    Como una luz de lijeros, Hicieron el entrevero, Y en aquella mescolanza, Este quiero, éste no quiero, Nos escojían con la lanza.
565    Al que le dan un chuzaso I45t
Dificultoso es que sane.
En fin, para no echar panes '*,
Salimos por esas lomas
Lo mesmo que las palomas

570    Al juir de los gavilanes.
¡Es de almirar la destreza con que la lanza manejan! De perseguir nunca dejan, Y nos traiban apretaos. 575 ¡Si queríamos, de apuraos. Salimos por las orejas "'!
Y pa mejor de la fiesta En esta afiición tan suma, Vino un indio echando espuma'"
580    Y con la lanza en la mano
Gritando: «Acabau, cristiano, Metau el lanza hasta el pluma "'.»
Tendido en el costillar, Cimbrando por sobre el brazo
585    Una lanza como un lazo, Me atropeyó dando gritos. Si me descuido... el maldito Me levanta de un lanzaso.

Si me atribulo, o me encojo,

590    Siguro que no me escapo.
Siempre he sido medio guapo •", Pero en aquella ocasión Me hacía buya Bl el corazón Como la garganta al sapo.
595    Dios le perdone al salvaje Las ganas que me tenía... Desaté las tres marías •* Y lo engatucé a cabriolas... ¡Pucha...! Si no traigo bolas,
600    Me achura "* el indio ese día.
Era el hijo de un casique, Sigún yo lo avirigüé; La verdá del caso jué Que me tuvo apuradazo at,
 605    Hasta que al fin de un bolazo Del caballo lo bajé.
Ahi no más me tiré al suelo Y lo pisé en las paletas; Empezó a hacer morisquetas
610    Y a mesquínár la garganta... Pero yo hice la obra santa De hacerlo estirar la jeta ".
Allí quedó de mojón Y en su caballo salté,
615    De la indiada disparé,
Pues si me alcanza, me mata, Y al fin me les escapé Con el hilo en una pata **.
Seguiré esta relación,



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