sábado, 3 de agosto de 2013

CAPTURA DE UN NAVIO PIRATA INGLES





1595.
Los meses iniciales de este año estuvieron señalados por el número creciente de navíos corsarios que en todas direcciones surcaban por entre las aguas del Océano, siguiendo los, contornos de las mal llamadas, en este siglo, Islas Afortunadas.

De estos robos y depredaciones aislados destacan dos por su notoria significación: la captura de un navío pirata inglés por el capitán de una de las compañías de milicias de Las Palmas, Antonio Lorenzo, hijo, y émulo ahora, del almirante lusitano Simón Lorenzo, y los robos y trepe, lías cometidos por Walter Raleigh, el famoso caballero, capitán y pirata, a su paso por Canarias, camino de la Guayana, en febrero de 1595.

El primero tuvo por escenario el Puerto de la Luz, en Gran Canaria, y es conocido, con muy escasos pormenores, a través de la descripción del historiador Viera y Clavijo. “Un bajel de guerra enemigo-dice el ilustre polígrafo-sorprende el Puerto de la Luz en el mismo año de 1595, y saca otro navío que estaba allí cargado para la América. Sábelo Antonio Lorenzo; toma otra embarcación que había lista; sigue al enemigo; acométele; ríndele valerosamente, y quitándole la presa, la vuelve al puerto con merecido aplauso.” (A.Rumeu de Armas, t.II. 2ª pte. 1991)

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