domingo, 13 de octubre de 2013

CAPÍTULO XXXVII –IV





EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1761-1770 

CAPÍTULO XXXVII –IV 

Eduardo Pedro Garcia Rodriguez

1764. Es editado en Londres (Inglaterra) "A description of the Canary Islands, including the modern history of the inhabitants..."- Un libro del célebre y nunca bien ponderado marino y aventurero escocés George Glas,  quien recorrió e investigó toda la costa del continente y también el Archipiélago Canario, plasmando sus conocimientos en dicho libro fue quien mejor y más temprano recogió el testimonio de la azarosa vida de nuestros pescadores:

"El número de barcos empleado en la pesca de la costa de Berbería es de 30; tienen de 15 a 50 toneladas de capacidad; el más pequeño tiene una tripulación de quince hombres y el mayor de cincuenta. Están construidos en las islas y tripulados por los isleños."

Glas resalta en varias ocasiones las excelencias del Banco Canario – Sahariano, comparándolo, en cuanto a la calidad del pescado, al de Terranova, pero al que supera en todas las demás características: abundancia de especies de interés comercial, temperatura, clima y buen tiempo. El viajero escocés llega a decir: "La combinación de todas esas circunstancias hace que se puedan considerar como las mejores pesquerías del mundo", opinión también sostenida por otros estudiosos del tema como Berthelot que, al compararlas con las de Terranova, comenta: "La cantidad de pescado cogido por un canario en las costas del Sáhara es equivalente al cogido por 26 hombres en Terranova. Y sin embargo, ni los pescadores del país, ni los comerciantes de estas islas, han tratado de obtener ventajas de este inmenso campo de riqueza, quedando satisfechos con limitar su industria exclusivamente a las necesidades del consumo local."

"El método de preparar una barca para la pesca en el Sáhara es el siguiente: Los dueños proporcionan un barco para el viaje y llevan a bordo la cantidad suficiente de sal para curar el pescado, con pan (gofio) bastante para la tripulación durante todo el viaje. Cada hombre lleva su propio aparejo, que consiste en unas cuantas liñas, anzuelos, un alambre de cobre, un cuchillo para abrir el pescado y una o dos fuertes cañas de pesca.

Si alguien de la tripulación lleva vino, aguardiente, vinagre, pimientas, cebollas, etc., debe ser por su cuenta, pues los dueños no proporcionan sino gofio."  Con respecto a su vestimenta nos comenta Berthelot: "Los pescadores canarios no tienen por qué precaverse contra la intemperie de aquellos parajes; vestidos a la ligera, con una camisa de algodón y un simple calzoncillo de tela, pueden trabajar sin que nada les incomode.

Las playas arenales del Gran Desierto han cesado de ser para ellos inhospitalarias y desde hace tres siglos se aventuran alegremente sobre aquellas costas que les proporcionan la subsistencia."

”Carecen de lo más necesario; su equipo de navegar está reducido a las cosas más indispensables, la mayor parte ni siquiera tienen bitácora; el patrón se provee de una brújula de mala apariencia, que guarda en uno de los baúles de su camarote; por la noche el timonel se guía por las estrellas y solamente cuando el tiempo está cubierto, manda consultar el instrumento abandonado. Las jarcias y cabullería de maniobra de esos barcos está generalmente en estado lastimoso y, a pesar de este abandono, cuando llega el momento, la tripulación está siempre dispuesta para la maniobra y sabe crearse recursos inesperados.

Tienen estos hombres de mar un instinto providencial que los guía y los hace adivinar todos los cambios en la navegación; la íntima seguridad que tienen en sí mismos produce en ellos ese abandono que les caracteriza."
 
Una vez en tierra, descargada la pesca y vendido el pescado, el reparto era el siguiente: La cantidad neta, una vez deducido el gasto de la sal y el gofio, se dividía en partes. Una parte se entregaba al propietario del barco, el resto se repartía entre la tripulación según sus méritos: los pescadores veteranos una parte, los jóvenes, los de tierra o los novatos, media parte o un cuarto, de acuerdo a sus habilidades, y el patrón o capitán, una parte, más otra que le dan los dueños por cuidar del barco.”


1764. George Glas, escocés, marino y mercader, en su Descripción de Las Islas Canarias, describe a Eguerew (La Laguna) como una ciudad a la que se llega después de una "subida bastante pronunciada" desde Añazu (Santa Cruz), uno de los aspectos que constantemente fueron repetidos por los visitantes y que contribuyeron, de alguna forma, a esa condición de ciudad poco accesible frente a la vecina Añazu (Santa Cruz), que siempre se califica como poseedora del mejor y más tranquilo de los puertos de la Isla. Aunque Glas habla de Eguerew (La Laguna) como la capital de Chinet (Tenerife), la presenta como una ciudad conventual, alejada de las actividades comerciales y de negocios. Sí habla de las hermosas casas y de algunos de sus habitantes que califica como "gente acomodada"; también comenta su carácter administrativo y burocrático estableciendo una viva comparación entre Añazu (Santa Cruz) y Eguerew (La Laguna) con las ciudades holandesas de Amsterdam y Delft. Esta percepción de una ciudad detenida, sin dinamismo económico y que pierde población se apunta en otros tantos libros de viajeros que a lo largo del siglo XIX visitan la Isla. El declive demográfico y de la actividad económica, la escasa vida social, el despoblamiento y abandono progresivo son destacados descriptores y confirman que Eguerew (La Laguna) a lo largo del siglo XIX sufrió un proceso continuado de decadencia.

1764.
Un buen marino y excelente conocedor de Canarias, el inglés George Glas autor de la “Descripción de las islas Canarias 1764”, libro que le costó el ser encarcelado por orden del Comandante General de Canarias de aquel momento, ante la posibilidad de que iniciara una empresa de pesquería en el banco canario - sahariano, nos narra con la visión propia de un marino experimentado, sus impresiones sobre el desembarcadero de Santa Cruz: “...A corta distancia de la punta nordeste de la isla, llamada Punta de Anaga, hay algunas altas rocas perpendiculares;  a cinco o seis leguas , de allí, en el lado sudeste de la isla. Está la bahía o puerto de Santa Cruz, el más frecuentado de todas las Islas Canarias; la mejor ruta para navegar hasta aquí se encuentra entre la mitad de la ciudad y una especie de castillo, aproximadamente a una milla hacía el norte de aquella. En todo este espacio, los barcos anclan a una distancia de un cable de la playa, a seis, siete u ocho brazas de profundidad, o a media milla, con veinticinco o treinta brazas.”  ...hace unos años, casi todos los barcos que navegaban por esta ruta fueron lanzados hacía la costa por uno de estos temporales: algunos barcos ingleses se encontraban en aquel momento en la bahía, pero sus tripulaciones cortaron prudentemente las amarras, y así salieron del temporal con seguridad. En aquella ocasión, algunos marineros españoles declararon allí públicamente que habían visto al diablo en lo más alto de la tormenta muy atareado en ayudar a los heréticos”. (Eduardo Pedro García Rodríguez)

1764. Concluyen las pinturas de la escalera principal del Ayuntamiento de Eguerew (La Laguna), realizadas por Carlos D’Acosta.

1764 Enero 1.
Concurri al  Cabildo  gral.,  en  que  se  nombran  los  sugetos  que  han de  exercer  las  Diputaciones  anuales,  y  fue  electo  Proc.or  mayor  Dn  Juan  Franco  de  Castilla.  Diputados  de  Corte  Dn  Thomas  de  Nava  Grimon  Marq.s  de  Villanueva  del Prado,  y  mi  Hermano  Dn  Fernando.  Diputados  de  Indias, Fiestas,  y  Fortificaciones  Dn  Gabriel  Roman,  y  Dn Diego Lurdelu;  Guarda  mayor-  D.”  Fernando  Molina.  Y May.mo  de  San  Sebastian  Dn  Juan  Franco. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Enero 7.
Murio  en  esta  Ciudad  Dn  Diego  de Llarena  Marq.s  de. Azialcazar  i  Torre-hermosa  de.  edad  de 63  años  hijo  de  D.n  Joseph  de  Llarena  Marq.s  de  Azialcazar  i  de  D.a  Francisca  de  Messa  Marquesa  de  Torre-hermosa  enterraronle  al dia  sig.te  por  la  mañana  en  el  Conv.to  de  Sn  Francisco  eón  toda  la  pompa  correspond.te  á  su persona.  Fue  casado  con  su  sobrina  Da  Flor  de  Llarena  Nava,  que  se  entró  con  su  licencia  Religiosa  en  el  Monasterio  de  Sta  Catalina  de  esta  Ciudad,  i  es  actual  Priora

Le sucede  en  los  Titulos  su  sobrino  Dn  Estevan  de  Llarena  hijo  de  Dn  Fernando  Benito  de  Llarena  Herm.’  del difunto  Marq.  s. Sobre  la  entrada  de  esta, Sra  en  el  Monasterio  omito  por  no  extenderme  mucho,  que  ay que  decir,  como  de  las  diligencias,  que  su  Marido  hizo  para que  saliera. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Enero 15.
Se  nombró  por  Syndico  Personero  gral. de  esta  Isla  á  Dn  Lorenzo  de  Salazar  i  Frias,  cuyo  encargo  tenia  el  Sarg.  to  m.or  D.n  Andres  Alfonso  Gallegos. En  23  del  dho.  le  admitio  el  Cabildo,  i  hizo  el  Juram.to acostumbrado. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Abril 15.
No  deja  de  ser  digno  de  notár  como  desde  el  15  de Abril  de  este  año  Domingo  de  Ramos  se  experimento  ,en está  Ciudad  por  espacio  de  la  Semana  Santa  una  suma tranquilidad,  i  un  buen  de  modo  que  salieron  todas  las  Procesiones,  lo  que  sucede  pocos  assi  por  los  altercados,  que  suele  aver  entre  las  Parroquias,  i  Conventos,  como  por  lo  mala  que  es,  esta  estacion  del  rpõ:  en  la  Ciudad.  Hazense  las  funciones  con  mucho  costo,  i  aparato,  i  ay  todos  los  dias  processines, que  son  las  siguientes.  Domingo  de  Ramos  por  la  mafiana hay.la  funcion,  bendicion,  y  Procession  de  Ramos,  que cada  año  se  haze  en  una  de  las  Parroquias,  i  concurren los  dos  cleros:  Por  la  tarde  la  de  la  Conversion  de  la Magdalena,  que  sale  de  la  Parroq. de  los  Rem.os  Lunes por  la  mañana  la  de  la  Humildad  i  paciencia.de  Sto  Domingo;  -Y  por  la  tarde  el  passo  del  Huerto  de  S.n  Franc.co,  Martes  por  la  mañana  la  del  S.or  de  la  Columna  de  la  Parroq. de  Rem.os  i  por  la  tarde  de  la  negacion  de  S.n Pedro  de  la  de  la  Concepcion.  Miercoles  por  la  mañana  no ay  procesion;  pero  hay  en  S.n  Francisco  la  Funcion  de bajar  al  S.or  de  la  Laguna  á  que  concuren  (sic)  muchas gentes,  assi  á  besar  los  Pies  del  Sor  como  a  tocar  Rossarios  y  por  la  tarde  la  del  Passo  de  Jesus  Nazareno  al  Calvario,  que  sale  de  S.n  Agustin.  Jueves  por  la mañana  despues  de  encerrar  á  S.  M.  la  de  la  Cena  de la Parroq.1  de  los  Remedios  (que  bastantes  contiendas  se  originaron  quando  por  aver  prohibido  el  Ilt.mo D.r  Fr.  Valentin  Moran  Obpo.  de  estas  Islas  que  huviesse procesiones  de  noche  se  vario  á  esta  hora)  i  por  la  tarde la  del  Ecce  horno,  que  sale  de  Sn  Agustin,  y  visita  todos
los  Sagrarios,  que  están  esse  dia  con  ricas  Alhajas,  y muy  iluminados.  Viernes  de  madrugada  la  del  Sor  de  la Laguna  de  S.n  Francisco;  y  es  de  las  mas  devotas;  á  medio  dia  la  de  ntra.  Sra  de  los  Dolores  con  el  Sor  en  los brazos  de  la  Concepcion,  y  por  la  tarde  la  del  Ediewo  de Christo  de  Sto  Domingo,  á  que  acompaña  parte  del  Regim.to  de  la  Ciudad,  y  la  mas  lucida.  Hay  sermon  en  ca-
da parroquia que los predican  1os  Oradores  de mas  credíto.  A  casi  todas  concurren  el  Clero  y  comunidades,  como  tambien  las  Hermandades  que  hay  en  las Parroquias  i  Conv.tos  de  donde  son,  y  la  de  Just.a  R.1  i Vicario  con  sus  respectivos  Ministros.  Las  Imagenes,  que son  de  buena  escultura,  están  vestidas  de  ricas  estofas,  como  son  Lampazos,  Terciopelos  y  telas  de  Oro  y plata.  Las  bajas,  i  demas  andas  cubiertas  de  plata  al  martillo con  adorno  de  ricas  Flores,  que  se  hanen  muy  primorosas  en  los  Monasterios  de  Religiosas  de  la  Isla.  Todo  lo que  fuera  digno  de  grande  alabanza  en  su  pobreza,  si  la devocion  igualará  (sic)  al  gasto;  pero  cierto que  tiene  mucha  parte  en  tales  gastos  la  emulacion,  y  que son  dias,  en  que  por  las  muchas  concurrencias  se  vén, y  experimentan  mas  desordenes  que  en  todo  el  año,  i  que á  la  mayor  parte  de  los  que  asisten  á  dhas.  funciones  no les  mueve  la  verdadera  devocion,  sino  la  curi[o]sidad,  i  disolucion. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Mayo 3.
Entró  embarcacion  de  España  en  que vino  la  Patente  de  Then  te  Cor.1  del  Regirn.to  de  Icod  á  Dn  Antonio  de  Franchy  Cap.n  del  Regim.to  de  la  Orotava  vacante  por  muerte  de  D.n  Nicolas  de  Alzola.

En  la  dha.  Embarcacion  vino  la  Patente  de  Then.te Cor:  del  Regim.to  de  Chasna,  vacante  por  retiro  de  D.n Geronimo  de  Ponte,  al  Cap  .n  D.n  Antonio  Benitez  de  Lugo  S.or  de  la  Alegranza,  y  Reg.or  perp.”  de  esta  Isla.

En  el  Mes  de  Mayo  de  este  año  fuimos  los  de  la  Ter tertulia-  del  Marq.s  de  Villanueva  á  la  casa  de  D.n  Francisco de  la  Hanty  en Geneto  á  tener  un  dia  de  diversion. 

Esta Cavalgata  se  avia  determinado  para  las  Mercedes;  pero por  aver  amanecido  el  dia  nublado  por  aquel  parage  fuimos  por  esta  otra  ‘senda.  La  comida  la  costeamos  1os concurrentes,  dando  caa  uno  una,  o  dos  viandas  con  lo que  se  formó  un  explendido  convite,  queriendo  cada  uno que  la suya  fuesse  la mejor;  pero  lejos  de  encumbrarlas  los concurrentes  á  cada  una  le  hallaron  sus  defectos,  y que  fue parte  del  sainete,  y  Concurrimos  El  Parques  de  Villanueva,  D.n  Fernando  Molina,  D.n  Andres  Gallegos, Dn  Lorenzo  Salazar,  Dn  Francisco  Garcia,  Dn  Joseph Viera,  Dn  Miguel  Solis,  mi  Hermano,  y  yo.  A  la  salida q.e  serian  las  7  de  Ia  mañana  dimos  en  los  cavallos  algunas  bueltas  á  la  Plaza  del  Adelantado,  i,  aunq.e  en  esta salida  se  alborotaron  algunos,  passamos  bien  el  camino, tuvimos  un  dia  bien  alegre  por  lo  aproposito  de  los  concurrentes  para  por la  noche  nos  bolvimos  a nuestras casas, á  descanzár  de  la  Tarea  del  dia,  que  fue  bastante. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Mayo 15. Nace el  menceyato de Güimar en Chinech (Tenerife) quien con el paso del tiempo sería sacerdote de la secta católica,  Isidro Quintero y Acosta, hijo legítimo de Don José Quintero Padrón Espinosa y de Doña Antonia Josefa de Acosta y Núñez de Villavi- cencio. Desde la más tierna edad, educaronle sus padres con el esmero correspondiente a 1os sentimientos religiosos de que eran modelos en el expresado pueblo, y, cuando tenía la suficiente edad, le enviaron a la Ciudad de San Cristóbal de La Laguna para que estudiase en el Colegio del Convento de Santo Domingo, donde cursó, con brillante aprovechamiento, Latinidad, Humanidades, Filosofía y Teología, concluidos dichos estudios y decidido con verdadera vocación por el estado eclesiástico, entro en él y fue ordenado de Presbítero el 22 de Diciembre de 1787.

Deseosos sus padres de proporcionarle una carrera más venta Josa que la que ofrecían las Canarias por aquella época, le aconsejaron embarcara para las colonias de las Américas, como lo hizo, donde tenía parientes bien colocados, y llegado a la isla de Cuba, después de examinar el Diocesano las buenas disposiciones y arreglada conducta. Del Sr. Quintero, le hace Cura párroco auxiliar de la Iglesia del Rosario, que desempeñó
con celo edificante; y, más tarde, en 23 de Diciembre de 1792, se le despachó título de
Teniente de Cura de la parroquia de San Juan de Jaruco, que desempeñó hasta el 13 de Junio de 1795.

Habiendo pasado a la Habana, fue honrado con el elevado cargo de Promotor Fiscal de la Curia de dicha ciudad, y, observando el Iltmo. Sr. Dr Don Luís de Peñalvar y Cárdenas, sus amplios conocimientos, le nombró su Secretario de Correspondencia, Pro-Secretario y Notario de Visita, y le llevó consigo a la Luiciana, donde últimamente le hizo Secretario de Cámara y Gobierno, habiendo permanecido en dicha ciudad hasta e
l] 15 de Noviembre de 1801; en cuyo tiempo, sin dejar de cumplir con su laborioso cargo se ejercitó en los ministerios de predicar y confesar, visitando la Diócesis en compañía del Prelado, con la particularidad y mérito de que dicha visita que a otros Secretarios reportaba cuantiosos ingresos, al señor Quintero sólo le produjo para su modesta subsistencia, ya que teniendo en cuenta la pobreza de aquellas parroquias, no quizo llevarle sino módicos derechos, según aparece de un certificado del Obispo, expedido en la ciudad de Nueva Orleans, con fecha 13 de Noviembre de 1801. Embarcado para la Habana, con el expresado Obispo, se trasladó en su compañía al puerto de Veracruz, y por tierra a la capital de Guatemala, donde le nombraron por segunda vez Secretario de Cámara y Gobierno, visitando, como tal Secretario, gran parte del Arzobispado.

Cansado ya del ímprobo trabajo que ocasiona en América las visitas pastorales, y sin el apego de atesorar riquezas en aquellos  tiempos, regresó a su pueblo, dedicándose a enseñar latín y francés, lenguas que dominaba, y ocupándose de su Parroquia, de la que fué Mayordomo de Fábrica.

Instalada la Catedral en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, el 20 de Diciembre de 1819, obtuvo una. Prebenda, cuya gracia admitió con satisfacción de sus paisanos al ver premiados sus méritos de algún modo, pero acompañada esta satisfacción del sentimiento de perder a la vez dos buenos sacerdotes, y, más tarde, cuando los hermanos don Pedro y don Cristóbal Bencomo regalaron sus respectivas bibliotecas a la. Catedral, fue nombrado Bibliotecario.

Todavía en su infancia el Cabildo Catedral de Tenerife, y sin recursos para atender a los crecidos gastos que ocasionaba la fábrica de su Templo, en las Cortes extraordinarias de 1822, se solicitó por los Diputados de Gran Canaria la supresión del Obispado de Chinet (Tenerife.) Preciso fué al Cabildo mirar con interés este inesperado incidente, y creyó de necesidad enviar a la Corte un individuo de su seno que sostuviese con tesón la subsistencia del nuevo Obispado. Para esta delicada comisión fue elegido, en 11 de Junio de 1822, el Prebendado Quintero, que no obstante su edad y metódica vida, lo sacrificó todo por el bien de su Obispado, embarcándose el 21 del propio mes para Cádiz, y no sin bastantes peligros y sobresaltos, llegó a Madrid, donde promovió por medio del Agente del Cabildo, don Juan José de la Precilla, el oportuno expediente abogando por la subsistencia del Obispado de Tenerife; instruyendo personalmente al Ministro de Gracia y Justicia, Diputado.; y demás personas que creyó oportuno, hasta que al fin comprendida la justicia de su causa triunfó de sus adversarios, manteniéndose la existencia del Obispado. Más no contento Con dicha victoria y siguiendo instrucciones de su amigo y compañero don Pedro Bencomo, solicitó se proveyese de Obispo la nueva Diócesis, a la sazón vacante, siendo elegido el señor don Luís Folgueras y Sión, que se posesionó de su Silla. el 12 de Junio de 1825. Concluida con honor la misión que le llevó a la Corte, regresó a su Catedral, y cuando todos esperaban que, al proveerse las vacantes de Dignidades, se le otorgase una, sólo se le nombró Canónigo, colocándose en el Coro otros que no habían contraído tantos méritos como el señor Quintero.

En el concurso de oposiciones a Beneficios vacantes del nuevo Obispado, fue nom-brado, el Canónigo Quintero, Examinador sinodal, cargo que aceptó y desempeñó bri-
llantemente.

Ni las ocupaciones diarias del Coro y Cabildo, ni su incansable rezo, a que era tan aficionado ni su quebrantada salud y avanzada edad, le privaban de decir Misa diariamente, ni de frecuentar el púlpito de la Catedral, ni tampoco el de la parroquia
de la Concepción, cuyo concurso se aumentaba ansioso de oírle.

En el Cabildo le dieron varias comisiones para que, con otros compañeros, templara las diarias desavenencias que, después de la muerte del Deán, don Pedro Bencomo, se suscitaron entre el Prelado-y el Cabildo, sosteniendo con decoro y moderación los derechos de su Cuerpo.

Don Isidro Quintero era., en su trato particular, de carácter afable, franco, de conversación amena, qué salpicaba con chistes entretenidos que, sin salir de lo moderado, divertían a los oyentes; empleaba el mismo estilo en sus cartas familiares. A
los anteriores dotes, reunía una caridad inagotable.

Cuando regresaba de Madrid (España) y llegó a Cádiz, por el año de 1822, .tuvo ocasión de proporcionar a las islas otro beneficio, que no debemos olvidar los canarios.

Enterado de que el General don José de Monteverde había enviado dos macetas con nopales semilla  al Director del Jardín "Botánico de la Orotava, se dirigió al Director del
Establecimiento de cochinilla de Cádiz pidiéndole unas macetas y obtenidas sin di. ficultad, las remitió a Santa Cruz, entonces villa, plantándose con ellas 1a huerta de Mollorini, desde donde se diseminó después a todos los pueblos de Chinech (Tenerife), y, más tarde, a todas las siete islas, y aunque no faltó quien quisiera atribuirse esta gloria, abusando del silencio y modestia del señor Quintero, don Leodegario Santos y el quí. mico don Santiago Cruz, publicaron la verdad de los hechos, como se ve en los nú. meros 118 y 126 del periódico isleño “La Aurora”.

Su avanzada edad y los achaques que, por lo regular, le son anejos, le hicieron conocer que su fin estaba próximo, y preparado en tiempo para bien morir, falleció en La Laguna, el 11 de Febrero de 1843, a los ochenta años. El Cabildo Catedral perdió con su muerte uno de los miembros que más le honraban, que le ilustraba a cada momento con sus vastos conocimientos y que siempre estaba dispuesto a sacrificarse en su favor. Se le hizo un solemne funeral, con asistencia de todo lo más visible de la ciudad, en el Sagrario Catedral, y fue sepultado en la Capilla del Cementerio general. (Tomás Cruz y García)


1764 Julio 3.
Domingo Bernardi, comandante generala de la metrópoli en la colonia de Canarias aportó a Añazu (Santa Cruz)  cuando ya las islas habían recobrado su tranquilidad. Este general tampoco salió de Chinech (Tenerife) ni tomó posesión del cargo de presidente de la Audiencia, pero no por esto dejó de sostener reñidas contiendas con los oidores que creían también tener jurisdicción sobre la parte económica de la provincia.

Sentíase en Winiwuada (Las Palmas) alarmante carestía de artículos de primera necesidad y se atribuía esto por el pueblo a la exportación que diariamente se hacía de frutos del país a Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife,) donde el movimiento marítimo iba adquiriendo notable desarrollo. Tal era entonces la ignorancia de las leyes económicas que, este signo evidente de prosperidad, se juzgaba como anuncio de decadencia y ruina para Gran Canaria. No dudó la Audiencia, aceptando este criterio, dictar ciertas condiciones restrictivas a los traficantes, no permitiéndoles la salida de sus frutos sin una licencia y examen especial. El general Bernardi, que se enteró de estas providencias, se propuso combatirlas, exigiendo el libre cambio entre los pueblos de la provincia, todo lo cual provocó una larga serie de autos, cartas y exhortos que alteraron el sosiego de las islas, llevando la inquietud a los ayuntamientos, Audiencia y autoridades militares. Este conflicto vino al fin a resolverlo la real orden de 31 de agosto de 1765, disponiendo "que el conocimiento de la saca de frutos y géneros de una isla a
otra pertenecía al comandante general, como superintendente de la Real Hacienda, sin que deba ingerirse en él la Audiencia. y por lo que mira a las cartas y bandos que se publicaron en desdoro de uno y otro tribunal, queda S. M. en tomar la providencia correspondiente". Esta orden llegó al mismo tiempo que la real pragmática de 19 de julio que abolía la tasa de granos, prescribiendo su libre circulación.

Durante el mando de este 'general fue cuando se estableció en el vecino continente el desgraciado traficante Jorge Glas, fundando una factoría donde cambiaba géneros ingleses por lanas, plumas de avestruz, marfil, polvo de oro y otros productos africanos.

Este tráfico, que podía ocultar negociaciones politicas perjudiciales a España, dio oca-
sión a Bernardi para apoderarse de la persona de aquel aventurero y encerrarlo en el castillo de Paso Alto, donde sin duda hubiera pasado el resto de sus días si el embajador: de Gran Bretaña en Madrid no le hubiese reclamado y obtenido su libertad.Millares T. 1977)

1764 Julio 3.
Entre   5  y  9  de  la  mañana  desembarcó  en el  Puerto  de  Sta  Cruz  el  Exc.mo  S.or  D.n  Domingo  Berardi Mariscal  de  Campo, con los escritos,    venia de  Gov.or  y  Comand.te Genral de  estas  Islas,  Presidente  de  su  R.1  Aud.a.  Hizieron  salva  á  su  llegada  todos  los castillos,  y  Embarcaciones:  hospedose  en  el  Castillo  pral., en  donde  le  hizo  todos  los  obsequios  correspondientes  su castellano  el  Cap.n  D.n  Antonio  Riquel  Reg.or  perp.”   [de]  esta  Isla,  i  el  dia  4  pasó  a  felicitarle.de  su  llegada  la  Diputacion  de  la  Ciudad,  cuyo;  Diputados  fuimos  el Cap.n  D.n  Juan  Franco  de  Castilla,  y  yo;  y  se  nos  encargó  todo  lo  conducente  a  su  recebim.to  en  la  Ciudad.  Estuvo en  dho.  Castillo  25  dias  portado  explendidamente  por  su Castellano,  i  en  este  tiempo  se  le  compuso  la  casa  su  avitacion  (que  era  la  misma,  en  que  su  antecessor vivio),  i  el  6  de  Sept.bre  por  la  tarde  subio  á  esta  Ciudad  acompañado  de  muchos  en  cavallos  ricam.te  enjaezados.

A  mi  me huvo  de  suceder  este  dia  una  desgracia,  pues  viniendo  en  un  cavallo,  que  me  prestod  un  amigo  por  ser  el mio pequeño,  se  espantó  con el alboroto  de  los  otros,  de modo,  que  partio  rapidamente  i  me  huvo  de  echar  al  suelo  á  no  averlo  atajado  otros,  que  iban  de  la  Ciudad,  para venir  acompañando.  En  la  calle  de  la  carrera  se  apostó  el  Regim.to  de  la  Ciudad  puesto  en  dos  filas  hasta  la casa  de  Torre,  que  se  le  tenia  prevenida  por  el  Cabildo, y  en  que  la  mayor  parte  de  sus  miembros  le  esperaban.

Luego  que  llegó  dho.    Excmo  Comand.te  marchó  el  Regim.to  por  frente  de  la  casa  haziendo  todos  sus  Oficiales la  espontonada  á  S.  Ex.  que  miraba  de  una  ventana,  huvo  unos  explendidos  convites  y  refrezcos,  á  que  asistia la mayor  parte  de  la  nobleza,  pagó  la  visita  al  Cabildo,  i despues  á  los  parrocos,  i  Religiones,  i  otras personas  particulares,  concurrió   á  la  funcion,  i  procession de  Rem.os;  y  el  dia  10  de madrugada  se  fue  para  el  Durazno  á  visitár  los  Condes  de  la  Gomera. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Julio 17.

Se  enbarcó el  Exc.mo  Sor. Dn  Pedro  Rodriguez  Moreno  Titen.te  Gral.  de  los  R.s  Exercitos  en  la  velindra  Inglesa  en  que  vino  su  sucessor,  para  passar  en  ella  á  Cadiz acompañole  hasta  el Muelle  El  Exc.mo  S.or  D.n  Dom.”  Bernardi,  los  Castellanos,  y  demas  Ministros,  que  havia  en  aquel  Lugar,  y distintos,  que  fuimos  de  esta  Ciudad.  Governó  en  estas Islas  tres  años,  fue  hombre  para  poco,  y  muy  irresoluto, no  uso  de  coche,  ni  de  la  ostentacion  de Comand.te  Gral. por  ser  demasiadam.te  miserable;  pero  sin  embargo,  no  era la  codicia,  quien  le  movia  á  sus  procederes,  que  fueron buenos,  y  fue  enemigo  de  incomodár,  y  venerador  de  la gente  de  distincion. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Septiembre 8.
Llega  embarcacion  de  España  en  que vino  la  Patente  de  Cor.1  del  Regim.to  de  Forasteros,  vacacante  por  muerte  de  D.n  Roberto  de  la  Hanty,  á  mi  Hermano  D.n  Fernando  de  la  Guerra  Then.te  Coner.  del  mismo  Regim.to

En  la  misma  Embarcacion  vino  el  Titulo  de  Castellano perpetuo  del  Castillo  de  S.n  Pedro  dc  la  Marina  de  Candelaria,  vacante  por  muerte  del  Sarg.to m,r  D.n  Alvaro Machado Fiesco,  á D.n  Bartholome Antonio  Montaez Capitan  del  Regim.to  de  Forasteros;  vez.  del  Lugar  de Sta  Cruz,  i  se  le  dio  la  possession el  26 del. mismo  Mes de Sept.e. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Octubre 3.
Se pregono en esta Ciudad un vando por orden del Exc.mo  S.or  Comand.te gral, para que  ningun  Marinero  de  las  Islas  passe.  á  servir  en  Navios  Ingleses  bajo  graves  penas. Dio  principio esta  determinacion  el  que  aviendo  escrito  Jorge  Clas  de Nacion  Ingles  (que.  avia  dado algunos viages á estas Islas) la  Historia,  y  conquista  de ellas,  proponia  la  pesca del pescado  salado  en  la  costa  de  Berberia  ponderando  lo mucho  que  los  Isleños  t[r]abajaban  en  ella,  i  lo  util que  seria  á su Nacion  el  emprenderla  por  lo bueno de  los pescados,  y  con  especialidad  del  Tasarte,  y  enjova,  que juzgaba  tan  buenos como  el  salmon.  Con  este motivo  uvo algunos  Ingleses,  q.e se unieron con el mismo  Jorge Glas, y  emprendieron  venir  á  la  pesca, y  consiguieron  la  licencia  del  Ministerio  Ingles,  que siempre..  protege ã  los  que se dedican  al  bien  de  la  Nacion.  El  Excmo  ‘Sor  Principe  de   Macerano Embajador  de  España  en  Inglaterra  escribio  á  Ntro.  Soberano, y  al  Exc. mo S.or Comand.te Gral. de estas Islas,  paraque  precaviera  el  daño,  que  pudiesse  ocasionár, y  se  supo  que  desde  Agosto  avia  salido  á  la  empresa  dho. Jorge,  y  estár  ya  en  la  costa.  Conocen  las  Islas  las  malas resultas,  que  puedé  tener  semejante  pesca,  y  que  el  tomár  marineros  practicos  les  puede  servir  mucho,  y  que, establecida  la  pesca,  lo  uno  pueden  (sic)  incitár  á  los  de Marruecos  á  que  no consientan  por  alli  á  los  Isleños,  y lo  otro  Que  en  tpo.  de  Guerra  les  privarán  del todo  de  la  pesca,  que  es  el  prnl.  mantenim.to  de  las  Islas, i  lo  que  se    á  los  peones  que  trabajan  las  Haziendas, con lo  que  se  sustenta  la  gente  pobre,  y  aun  la  mayor parte  ,de  la  que  se  dice  rica,  exercitandose  continuam.te á  este  fin  mas  de  Treinta  Rarcos  de  Ida  y  buelta. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Octubre 9.
Se  recibio  de Reg.or á D.n  Antonio  Gonzalez  de  Messa su Titulo  dado en  Sn  Ildefonso  á  15 de Julio  de  este  año  por  renuncia  de D-n  Joseph  Molina  i Fonseca;  1 por  estár  ausente  dho.  D.n  Antonio  tomó  la possesión por  el  su Apoderado  el  Then.te Cor.1  D.n  Gabriel  Romnn Manrique  de Lara Reg.or  perpetuo de esta  Isla. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Octubre 15.
se caso el  Cap.n D.n  Fernando del Hoyo Conde de Siete Fuentes, hijo  del Conde de Siete Fuentes D.n  Fern.do del Hoyo  Solorzano,  i  de D.”  Isabel Maria  Machado  con D.a Beatriz  Gonzalez de Messa  hija  del D.r  D.n  Amaro  Gonzalez de Messa i  de D.a Anna  Rodriguez Phelipe. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)


1764 Noviembre 5.
Se  recibío  de  Regidor  á  D.1’  Mateo  Fonseca  de  la  Cerna  Mesia  su  Titulo  dado  en  S.n  Ildefonso  á 29  de  Ag.to  de  este  año  por  ren.”  de  D.n  Pedro  Fern.z  de Ocampo.  Es  herm.’  de  D.n  Francisco  Fonseca  assi  mismo Regidor,  i  hijos  de  D.n  Alonso  Fonseca,  que  estuvo  mucho  tiempo  en  la  Corte  en  Dependencias  del  Cabildo. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764)

1764 Noviembre 8,

Este  año  salio  para  España  una  saetia  cathalana,  en  que  se  fue  D.  Pedro  Maria  Martín  Administrador  que  fue  del  Correo  en  estas  Islas.  Era  natural  de ellas;  pero  atendiendo  mas  á  su  utilidad,  que  al  bien  común  insistió  en  su  duración,  y  extensión.  Había  llegado con  este  empleo  en  11 de  Agosto  de  1762  con  una  Orden  al Excmo.  Sr.  Comandante  General  D.  Pedro  Moreno  para que ínterin  de  la  Guerra  se  estableciese  en  las  Islas.  El  Cabildo  de  esta  se  opuso  á  semejante  imposición  por  ser contra  sus  Privilegios.  Hizo (El Cabildo)  representaciones á  S.  M.  y  lo  mismo  los  demás  Cabildos;  y  con  mas  fervor habiendo  cesado  la  Guerra,  con  cuyo  motivo  se  decretó  la  imposición;  pero  todo  el  efecto  de  las  representaciones  fue,  que  conociendo  la  poca  utilidad  de  el  (porque pagado  el  Javeque,-  Administrador  y  demás  Oficiales  había  poco sobrante)  se encomendó  al  dho.  D. Pedro  en  otra  parte  con el  mismo  sueldo,  i  vino  en  su  Lugar  con  el  Excmo  Sr. Bernardi  D.  Juan  Vázquez,  dependiente  suyo  con dha.  Administración,  dándole  la  Dezima  parte  de  su  producto,  y  poniendo  los  portes  mas moderados,  quitando  el Javeque señalado para  este  fin  (que en todo el tiempo de la  Administración  de dho.  D. Pedro  solo vino  en dos ocasiones)  y  señalando  algo  á  las  Embarcaciones,  que  trajesen  la Valija. 

El  Ministerio  Español  está tal  que,  mediando el  interés  no  valen  razones, ni Privilegios,  ni  la  fidelidad de  los  Vassallos,  sino  la  desdicha de  la  Isla,  que se mira oy  en  tal  extremo  de pobreza,  que  si  se  levantara  nueva Guerra  se  hallaría  sin  valor  para  resistirla,  i  sus  habitadores con  pocos  intereses  para  defenderla. En  la  ultima perdieron  sus Registros  en  la  América,  se  impuso  el Correo  con  motivo  de ella  (que bastante  necesitó  el Ayuntamiento para  alentar  lo  que esta  novedad  indisdispuso)  (sic). 

Hay  un Administrador  de Aduanas, que  fraudulentamente  lleva  mas dineros  de  los  que  señalan  los  aranceles,  i se  le aprueban sus procedimientos, Dios  niega  los  frutos,  que la  tierra  produce. El  Comercio  Inglés,  de  que  principalmente  depende la  subsistencia  de  las  Islas,  se ha  separado, y  imposibilitado  el Ministerio  el  sacar  los  vinos, y  los  Dueños de  las  Haziendas  no  saben  que hazer  con  ellos. En  fin  solo  se atienden desfrutar  (sic)  al  presente  enviar  Embarcaciones  que  lleven  la  plata,  no contentarse  con  lo  que produce  el  seis  por ciento  de Aduanas,  los  ramos  de Tabacos, Tercias,  i orchillas,  Lanzas, medias  anatas,  sino querer  nuevos  establecimientos contra  los Privilegios,  que a fuerza  de servicios  han conseguido  las  Islas. Mucho  temo que este proceder ha de atraer  la perdida de ellas (las islas) á nuestro  soberano,  i  que cuando quiera  aplicar  el  remedio  ha de ser difícil  el  restablecimiento.

Fueronse  también  en  la  dha.  Embarcación  unos  12 Oficiales, de  Infantería,  que avían  venido  cuando el  Correo por  suplica  que para  ello  hizo  el Exmo.  Sr. D.  Pedro Moreno,  para que instruyesen  en el  nuevo ejercicio  a  estas Milicias;  pero nada hicieron,  y,  conocida su  inutilidad, les mandaron  la  Orden  para  bolverse á España. (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1764).

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