viernes, 11 de octubre de 2013

UNA JOYA CONOCIDA DESDE ENTONCES COMO BOSQUE DE AGUA GARCIA





El bosque de Agua García es el resto de la gran selva de Monteverde que cubría el norte de Tenerife en tiempos de los guanches con su exuberante vegetación. Tras la conquista el colono García Morales recibió este terreno que contaba con abundantes afloramientos de aguas. En los siguientes siglos el bosque sufrió una tala masiva que casi lo hace desaparecer ya que la madera era necesaria para los ingenios azucareros. A su vez, los espacios obtenidos por la tala se aprovecharon para el cultivo de la caña de azúcar, que fue muy importante para la economía de la isla durante mucho tiempo. A pesar de ello, a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX quedó todavía una masa forestal importante.

“Después de una marcha de dos horas a través de una llanura fértil y muy cultivada de trigo, entramos en el monte de Agua García y seguimos hasta su manantial por el acueducto de madera que conduce el agua al pueblo de Tacoronte. He recorrido varios bosques en Francia, pero en ninguno he visto un paraje más agradable y más fresco que aquel donde nos apeamos a comer. Fue en el fondo de un barranco cubierto de laureles y brezos arborescentes, cuyos troncos y alturas testimoniaban su vejez; a sus pies corría el agua fresca y límpida de un arroyo, unas veces con un dulce murmullo, otras precipitándose desde la cima de los peñascos. Sentados en su orilla respirábamos un frescor delicioso.”. ( Ledru, A. P. “Viaje a la isla de Tenerife “, 1796) –

Maria Gomez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario