lunes, 30 de diciembre de 2013

Una arqueología de los márgenes. Colonialismo, amazigidad y gestión del patrimonio en las Islas.







la obra de Eduardo Chillida en Fuerteventura «no debería materializarse», por llevarse a cabo en un paraje natural y arqueológico que está protegido por ley. «Sería una obra ilegal», dice de modo concluyente, y que pondría en serio peligro la conservación de los yacimientos arqueológicos de la zona, «máxime teniendo en cuenta que la estructura de la montaña se vería afectada, al estar proyectado su vaciado»

El concepto de «amazigidad» aparece ya desde el mismo título de la obra y podría ser algo difícil de explicar al receptor no iniciado. Está demostrada la procedencia norteafricana de los pobladores canarios «y su relación con las poblaciones imazighen, con el ámbito amazigh de Marruecos, Túnez y Argelia».

El postulado, en este sentido, «hace referencia precisamente a esta herencia cultural, de origen norteafricano que, una vez en las islas, sufrió un proceso de adaptación y aislamiento». Esto convierte la realidad arqueológica de las Islas Canarias en «un caso extraordinario, pues el universo amazigh canario es un ejemplo único de involución (debido al aislamiento) y de adaptación a un marco insular: no existe presencia amazigh en otros contextos insulares del planeta, durante el mismo lapso temporal y con un desarrollo cultural paralelo».

La arqueología isleña comparte muchas de las características y problemáticas de las denominadas «arqueologías indígenas fundamentales con otras arqueologías, a escala mundial: el predominio del historicismo cultural como modelo teórico y el uso de la arqueología con fines políticos de corte nacionalista.

la escasa renovación teórica de la arqueología canaria explica por qué «el discurso colonial aún está presente en la gestión del patrimonio guanche y por qué el patrimonio canario está infra representado en comparación con el de la etapa colonial.

Maria Gómez Díaz

Diciembre de 2013.

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