viernes, 18 de abril de 2014

UNA DE TANTAS USURPACIONES






En 1496, Alonso Fernández de Lugo, concedió al Duque de Medina Sidonia, una propiedad de unas 7 leguas "en cuadro", en la Isla de Tenerife,  surcada por los ríos Abona y de los Abades. A principios del siglo XVI, el mismo duque adquirió tierras de caña de azúcar y susceptibles de ser plantadas, a mas de ingenios, en La Orotava y Daute, regadas por aguas del Río Grande del Taoro y los ríos y Aguas de Adexe y en Gran Canaria cañaverales de caña dulce, en Tirajana y Telde, debidamente regados. No tardó en deshacerse de estas propiedades, consevando la de Abona. El 3º duque sacó el agua de los ríos, poniendo regadío y construyendo ingenio. Estaba en producción a la muerte del duque, en 1507. Debido a las vicisitudes que la rodearon, se olvidó la finca, que fue recordada al sucesor por el colono tinerfeño Bartolomé Cabrera. Arruinada la obra del predecesor y ocupada, tras recuperarla se iniciaron otra vez las obras. Muerto el duque sin rematar los trabajos, el Cabildo intento apropiársela, sin conseguirlo. Al no encontrar comprador, se continuaron, sucediéndose los errores de unos administradores ineptos. Vendida en subasta a la muerte del tercero de los duques.

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