sábado, 13 de septiembre de 2014

CULTURA INTELECTUAL. CONTABILIDAD:

RETAZOS DE CULTURA GUANCHE
Según el Dr. Juan Bethencourt Alfonso, en: Historia del Pueblo Guanche
Recopilado por Eduardo P. García Rodríguez.




—Golpe de vista. Lo tenían en grado especial los guanches para ciertas cosas, como para echar de menos una res en un rebaño de 300 ó 500 cabras.
Aún en la actualidad sucede algo parecido, pues me aseguran ga­naderos tener pastores que al primer vistazo saben si les falta alguna cabeza y cuál, sin contarla.

Lo que a mí me consta es que un cabrero que tenemos en Guayero (Chasna-Vilaflor), que pastorea un hato como de 90 cabras, me sorpren­dió un día en que salió a buscar un báifo que le faltaba (el giáco) y ha­blando con él con este motivo, y preguntándole de cuantas reses se había hecho cargo, descubrí no sabía contar arriba de una decena. No supo de­cirme cuántas le habían entregado, ni del total que respondía; pero en cambio me las nombraba una a una por sus nombres, y no hacía más que tender la mirada para saber si estaban todas o no, y cuáles faltaban.

—Sistema de cuenta. Dicen que contaban por los nudos de los dedos y sabían dividir el tiempo (Arona).
15. MEDICINA (4):
—*Médicas. Tenían mujeres médicas (Araya).
—Bálsamo. Lo hacían de zumo de mocan y tierra colorada o al­magre; el que usan las loceras para dar color a los vasos, como berne­gales (Adeje).
—Lo preparaban principalmente con los polvos de cascara de haya, resina á&pino, etc. (Arafo).
—Se ha encontrado envuelto en hojas de drago y ramas de sabina (Arona).
—Algunos campesinos afirman que el bálsamo de los guanches tenía mocanes machacados, y una parte de manteca, entre otras cosas porque dicen que el bálsamo es susceptible de arder si se le aproxima una llama (Güímar).
—El bálsamo líquido que conservan en algunas botellas, ¿son ver­daderos bálsamos de de los guanches? Parece serlo; aunque hasta ahora no lo he encontrado líquido; sino en estado sólido y en estado semilí-quido. Los del Gabinete (de Sebastián Casilda) se parecen a la miel de caña por su color y consistencia, aunque al parecer más líquida; y aún tiene un olor que la recuerda; y como si además le pusieran tierra fres­ca (Gabinete de Sebastián Casilda. Tacoronte) (Vid. Anexo n.° 2).
—Catarros (de pecho). Hacen un lamedor de tosilao salvaje o tosilao (guisan la flor, higos pasados) y luego azúcar o miel (Sur de Tenerife).
—Cáusticos. Lo es la leche de cardón, así como la tabaiba sal­vaje.
—Apliqúese leche de cardón, o esta leche después de seca, moli­da, poner los polvos (Arona).
—La leche de cardón la emplean como cáustico enérgico para destruir las partes mortificadas (Taganana).
—Diversos (tumores). Para madurarlos, las hojas de la maljurada machacada y amasada, aplicarlas (Sur de Tenerife).
—Ensera en los pies. Póngase leche de tabaiba salvaje (Arona).
—Esguince. Lo trataban y tratan, mojando la parte afecta con leche de tabaiba salvaje, encima tierra fina, luego una compresa de lana (una torta) y por remate un vendaje. También con esto sacan el frío.
—Desconches. Un desconche, que hincha, lo curan con la leche de tabaiba salvaje y tierra del pie de la tabaiba (o con el estiércol de conejo molido) y se queda pegado y se la cubre (Sur de Tenerife).
—Empeines vivos, carbuncos, etc. Úntese con la mezcla de dos gotas de leche de cardón con otras dos de tabaiba salvaje.
—Fracturas. Lo mismo en el hombre que en los animales, las re­ducen primero; después colocan varias férulas hechas con cascara de tabaiba salvaje acabada de desprender y de seguida la atan bien; luego reposo.
—Golpes. Para evitar postemas: el carbón del sauce (molido y to­mado con agua), también la sangre de drago (Sur de Tenerife).
—Heridas. Se masca la yerba pastelera y se aplica como parche, que se pega (Sur de Tenerife).
—Hierbas medicinales. El tosilao, yerba silvestre que se cría en los riscos, barrancos, etc., hacen lamedores para catarros, pulmonías, etc. (Primero se hierve sólo la flor y después se aparta así que coja color; luego se somete el cocimiento al fuego mezclándole miel de abeja, y lo dejan mermar hasta la consistencia de jarabe. Lo dan a cu­charadas, de rato a rato) (Arona).
—Irritación. La irritación o cauterización en los ojos producida por la leche de cardón, se cura con la leche del cornical.
—Medicamentos. Extraían o hacían una especie de licor del mocan y de la zarza, que utilizaban como medicinas. (Arona).
—Modorra. Se bañaban y tomaban cocimiento de incienso para curarse la modorra, con otras yerbas (Igueste de Candelaria).
—Nubes. (En personas y animales). Colirio hecho de zumo de conejera con sal de mar.
Igual procedimiento se utiliza con los polvos de giba de mar (Arona).
—Purgante. Hoy se purgan con tabaiba dulce, y dicen que era el purgante de los guanches, poniendo en un vaso de agua cuatro o cinco gotas (purgante drástico).
—Utilizan como purgante la raíz de la zarza blanca (que es la raíz de zarza, la que tiene el tallo blanco, porque hay otras con el tallo mo­rado). Se pela la raíz (que son cómo las de helécho, se pela y se pica) y como media traviesa de la mano, de una de lenteja guaucha (ésta es listada entre encarnada y parda y más pequeña) y se guisan muy bien para quedar en una cuarta de agua. Después en una palangana se des­hacen entre las manos, las estregan, y se cuela, y queda un agua de color de vino y se da como laxante (Sur de Tenerife).
—25 granitos de murgañera, molidos y tomados en agua, es un purgante drástico.
—Con tres gotas de leche de tabaiba salvaje en una taza de leche, evacúa al poco tiempo. Todo el que lo toma le ataca a la cabeza, pro­duciéndole un sensación como si tuviera humo dentro y queda algo atontado.
Algunos cerdos han muerto con 3, 4 ó 5 gotas dentro de agua, caldo o leche, purgando en el acto. Como contraveneno, para vomitar, dan agua caliente (Arona).
—Resfriados de estómago. Hervir la raíz del incienso morisco y dar tazas de agua; y también el poleo (Sur de Tenerife).
—Revulsivo. El revulsivo de los guanches, que aún hoy se usa, es poner la leche de tabaiba (dejándola escurrir del tallo encima de la parte), poniéndoles carnada de leche y tierra bermeja fina, y encima un poco de lana para abrigar la parte. A las 24 horas se forma una veji­ga (era el vejigatorio, y lo es hoy en los pobres, de los guanches).
—Tabardillo. Lo curaban dándole el zumo exprimido del verode macho o de vinagrera (ésta mancha), sobre el espinazo y pulseras (para lo que empapaban trapos con el zumo y se las ponían en las mu­ñecas). Repetían la faena a medida que se secaba.
Al interior, agua y manteca de ganado (el agua tibia para que se deshaga, porque sino no se deshace), a cortadillos como frescura. Tazas de agua de malva con manteca de ganado; agua de culantrillo (Sur de Tenerife).
—Vomitivo. Como vomitivo fuerte emplean 3 gotas de leche de tabaiba salvaje en un huevo crudo (Arona).
—El zumo de la batatilla (tuberosa) del lirio silvestre que se pela y maja sobre una laja; 3 cucharadas de este zumo, que es malo de tomar es vomitivo-purgante. A veces es más vomitivo que purgante (Sur de Tenerife).



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