lunes, 1 de septiembre de 2014

MALTRATO DE LA POLICIA COLONIAL A UNA MANIFESTANTE



Desde Tuzdin queremos denunciar el maltrato sufrido sobre nuestra redactora, Elba Martín, por parte de la policia colonial Española durante la concentración contra las prospecciones el viernes 29 de agosto de 2014 en las proximidades a la gasolinera Repsol ubicada próxima al centro comercial Alcampo en Aguere, Tenerife.
Nuestra compañera, que acudió a secundar la manifestación así como a hacer un reportaje fotográfico para nuestra revista.
Los manifestantes tenían prohibido acercarse a menos de 25 metros de la gasolinera y por eso en todo momento se respetó dicho protocolo.
Un joven cruzó la calle para realizar fotos, en ningún momento en acto reivindicativo ni de protesta. Al ser observado por un agente, se le acercó para pedirle la documentación. Un amigo del fotógrafo cruzó también para dejarle claro al policía que no hacía ningún mal por hacer fotos. Como el policía no atendía a razones, nuestra compañera cruzó para defender la libertad de expresión del joven fotógrafo. En ese momento, y según nos contó nuestra compañera, "llegó un policía por detrás y empezó a empujarme hasta llevarme al otro lado, junto a los manifestantes, a base de empujones y allí me pidió el DNI, a lo que me negué pues no había infringido ninguna ley".
Otra compañera, Yeya Gutiérrez, al ver cómo se llevaban a nuestra colaboradora, también cruzó la calle para defenderla intentando que no la empujasen de malas maneras.
"Pasado unos cinco minutos después del altercado yo estaba tomando fotos, el policía creyó que era a el y me arrebató la cámara cociéndome fuertemente del brazo derecho diciéndome que estaba detenida. Yo me resistí y empecé a forcejear con él para que me soltase hasta que llegaron mas agentes y me arrastraron a empujones. Luego me llevaron a los furgones, me golpeo contra el muro repetidas veces, mientras forcejeaba. Me quitaron el bolso a la fuerza y luego mi monedero para sacar mi documentación y mientras eso ocurría seguía tirándome contra el muro debido a mi resistencia a entregar mis objetos personales. Luego se me decomiso la cámara y volvimos a forcejear. A continuación cogió las esposas y mi brazo derecho me dobló hacia detrás de mi espalda y yo empecé a forcejear de nuevo y gritar auxilio para que oyeran los coches que estaban aparcados mirando.

Pero mientras todo esto ocurría, no hacían sino amenazarme con llevarme presa y empezó de nuevo un forcejeo. Luego volvió a empujarme en medio del forcejeo ya que no me dejaba que me metieran en el furgón. Al fina el policía, al comprobar que no habían fotos suyas, me la devolvió y decidieron romper la denuncia allí mismo. Como al final me dejó libre no he querido denunciarlo, pero se portó muy mal ya que me golpeo repetidas veces y me humillo, me degrado y me ofendió. No pudo ponerme las esposas , ya que luché tanto que no atinaba a colocarla pues no tenia refuerzos y yo no paraba de luchar y empujarlo a él mientras el me empujaba a mi. Logró meterme la muñeca derecha en las esposas pero yo de un taponazo la saque y se cayo por que no le dio tiempo de cerrarla".
Esperemos que este mal trago que pasó nuestra compañera no vuelva a repetirse


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