viernes, 23 de enero de 2015

"Del ruego de lluvias"





Debido la situación geográfica de las islas y con los alisios, las lluvias no eran constantes. Las continuas sequías llegaron a producir un impacto importante en la forma en la que los antiguos canarios conformaron su sociedad. Su continuo anhelo de lluvias con el que asegurar un buen año agrícola y para ello practicaban un rito con el único fin de pedir lluvia para los momentos de sequía. También están las llamadas “Fiestas de la Rama” que se celebran actualmente en  muchos lugares de nuestras islas, Hay que tener en cuenta que La Rama es una tradición que pervive a través de los tiempos. Un rito que practicaban los antiguos canarios para pedir lluvia en épocas de sequía. Esta ceremonia consistía en hacer ofrendas en los lugares altos de la isla donde se encontraban ciertos lugares sagrados, una vez allí cortaban ramas de árboles y se iban al mar. En la costa se golpeaba el agua con las ramas simulando la lluvia y se rogaba para que los dioses proveyera lluvia para sus campos. Después de la conquista de la isla, los castellanos reconvirtieron este rito pagano en un rito cristiano, Pero existieron otras ceremonias en épocas de sequías, de las cuales Viera y Clavijo comenta:

”Reunían todos los rebaños en un valle profundo, teniendo cuidado de separar los hijos de sus madres, para que hiciesen resonar los aires con sus balidos. Entonces empezaba un concierto de gritos lastimeros, que repetían los ecos del valle, y este pueblo pastor que fundaba toda su esperanza en la fertilidad de los pastos, creía que la intercesión de las inocentes víctimas del hambre era un medio eficaz para implorar los beneficios del cielo y condolerse de sus males”.

María Gómez Díaz. Enero de 2015.

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