martes, 31 de marzo de 2015

Ichasagua, el Mencey de los Hombres y Mujeres Libres. Un Referente Histórico de Esperanza, Dignidad y Libertad


en medio de la injusticia, del fanatismo religioso
 y el racismo del Occidente medieval.

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Agradecimiento: Al Guayre [Consejero] y Chaurero n Eguerew y Guardián y buscador de nuestras Tradiciones y Cultura ancestrales, Eduardo Pedro García Rodríguez, no solo por su ingente labor, sino por sus sabios consejos y siempre precisas acotaciones e informaciones. Ahul cho, aña... [Saludos señor, amigo...]
La Grandeza de los Pueblos se mide por la Altura Moral y Humana de sus miembros
 en los momentos difíciles...”

Introducción.
Hay todavía al Sur de los Pirineos, quienes no se dan cuenta que el “pasado que se han construido, a medida de sus carencias y con más retórica- ficción que la saga de la Guerra de las Galaxias”, pone en evidencia la arrogante ausencia de datos históricos contrastables, de pruebas empíricas que sostengan su falso discurso “europeísta de superioridad cultural inexistente”, fecunda en mentiras auto repetidas como mantras, encaminadas a engañar a los Pueblos que han sojuzgado, y disimular su exterminado y explotación, a través de su denigrante y breve andadura histórica, que sería cómica si no fuera por el trágico resultado. Historieta cómica que ya digo, inventada “para las culturas y razas inferiores de África y América”, han terminado por creérsela ellos mismos; Es como si un “hipnotizador, tratase de hipnotizar a una gallina para demostrar su superioridad sobre el animal, y acabara cacareando y picoteando por donde quiera que va”.
Se autoproclaman herederos de la Cultura Greco romana en lo “cultural” y de los bárbaros godos en lo demás, sin darse cuenta que, en la propia parodia de la Historia que ellos mismos crearon y han terminado por creerse, existen “algunas cosillas y detalles” que son, en el casco del barco de la infamia y la mentira, como boquetes en el maderamen carcomido. Admiran las grandezas imperiales de Roma, y la monumentalidad de sus Infraestructuras y logros, pero no encuentran una explicación razonable para explicar el hecho de que al punto que desaparecieron las legiones [Que al igual que los tercios estaban integradas por una aplastante mayoría de mercenarios], esas infraestructuras y todo lo demás dejó de usarse y se perdió, mientras la herencia griega todavía perdura entre las generaciones actuales. Admiran el hecho de que unos bárbaros godos asiáticos, fueran lo suficientemente hábiles para traicionar a Roma, que en la cúspide de la corrupción que acabó con ella, “privatizó su ejército contratando tribus bárbaras” que huían de Atila y sus Hunos, también de Asia y que no podía con el Imperio chino a quien habían sojuzgado alguna vez, y que construyeron para ellos la Gran Muralla. Se apercibieron los pueblos godos “desde dentro”, de la debilidad del Imperio y traicionaron la palabra dada de defender sus fronteras a cambio de tierras y privilegios, y acabaron con él.
Con el fin del “Imperium”, entramos en la Edad Media, una época de oscuridad, barbarie y fanatismo religioso como pocas veces se ha visto en la Historia, solo comparable a la etapa nazi en Alemania y los talibanes y el ISIS actuales; Ni siquiera fueron capaces estos bárbaros, no ya de mantener la “estructura e infraestructura” que habían heredado de Roma, sino que con el paso del tiempo, ellos mismos y su ¿cultura?, sus señas de identidad [Idioma, religión, etc.] acabó disolviéndose y desapareciendo, formando una amalgama inconexa y sin sentido que todavía no ha acabado de asentarse definitivamente. Fue [Y continúa siendo] tal la “competencia” de estas gentes, que no solo destruyeron, sino que fueron incapaces de evolucionar, retrotrayendo al viejo continente, en muchos aspectos a épocas y milenios de barbarie anteriores al Paleolítico Medio.
En medio de todo este panorama desolador, caracterizado por la guerra civil entre cristianos, desatada por temas de dogma, entre arrianos y trinitarios, es decir, muy básicamente entre quienes consideraban a Jesús como un “Profeta, un hombre excepcional y los que lo creían hijo de Dios”; Unos 300 años después de que, supuestamente hubiera muerto [No está demostrado históricamente su existencia real], el Concilio de Nicea lo declara hijo de Dios. Es decir, que los cristianos de entonces se acostaron pensando que era “un Profeta, un hombre excepcional y se levantaron creyendo que era hijo de Dios”, por arte de un Decreto de obligado cumplimiento, o caso contrario llevaba aparejado la pérdida de la vida.
Al sur de los Pirineos, tierra de extremismos donde las haya, pero con mayor o menor medida en el resto del “imperio romano de occidente” [Es decir, la actual Comunidad Económica Europea, más o menos], estos fanáticos del nuevo orden, destacaron por la avaricia, la intolerancia y el fanatismo, pero también por los continuos escándalos sexuales [¿Pensaban que era cosa del presente], por el hambre y las penurias socio económicas, pésimas condiciones sociales y sanitarias, el abuso de poder, y tantas y tantos factores, que la gente se hartó de arrianos y trinitarios, y allí donde encontraron otras ideas, otras formas de entender y hacer las cosas, las adoptaron. Fue la Revolución islámica de una parte del Occidente europeo, que no invasión, tal como demuestra Ignacio Olegé en su magnífico trabajo,
[https://bibliotecanacionandaluzasevilla.files.wordpress.com/2008/09/ignacio-olague-larevolucion-islamica-en-occidente.pdf]

No es preciso decir, que la única luz que brilló en Europa en aquel tiempo, irradió desde el Al- Andalus; Esplendor Económico y Social, Cultural, de Tolerancia donde convivían en armonía las “tres religiones del Libro” [Judía, cristiana e islámica] y del que Toledo era solo una muestra, solo interrumpida por las maquinaciones, acciones y mentecatadas de un escasísimo número de fanáticos católicos. Y solo una minoría, pues hasta los suyos ni caso les hacían, pues por primera vez en siglos, volvían a tener algo que llevarse a la boca sin tener que robarlo previamente.

Con el final del califato de los Omeyas, también Al- Andalus comenzó a decaer, como no, debido también a los fanáticos religiosos, en este caso islámicos, que desde la Mauritania Tingitana [Todavía se llamaba así] y sus alrededores, al igual que los cruzados cristianos europeos, se inmiscuyeron invadiendo el territorio Omeya [Almorávides, Almohades] [Las tres religiones del libro han generado y generan un fanatismo atroz en muchas gentes] Las sucesivas cruzadas organizadas por la Europa germano- goda contra el Sur de la Galia [Francia] y el Al- Andalus culminó con la toma de Granada, y con ella finalizaba el esplendor económico y cultural y la tolerancia de Occidente y se consolidaba el oscurantismo y el fanatismo religioso, al tiempo que se sufría un retroceso socioeconómico en aquellas tierras.

Democracia Güanche.
Mientras todo el mundo era gobernado por reyes, tiranos, y gobernantes de toda laya y condición que tenían a sus pueblos sometidos por el hierro de la espada, y los yugos del fanatismo religioso y el hambre, en Atenas apareció un nuevo tipo de gobierno, que aunque no perfecto, si supuso un avance en la forma de gobierno y en la administración de este.

Como sabemos, solo los propietarios participaban de él, pero una leve chispa en la oscuridad general puede deslumbrar a cualquiera, y lo más importante, ser el inicio, encender la antorcha... La democracia griega, una débil chispa de luz, fue el principio, el reflejo de lo que milenios más tarde se llama Occidente, tan imperfecto como lo fue en el pasado a pesar de las apariencias. Pero al otro extremo del Mediterráneo, lejos de la influencia de la diosa Europa, en el Norte de África, desde milenios antes, la Civilización Metchoide había adoptado una Forma de Gobierno similar a la democracia griega, pero mucho más avanzado, que sobrevivió hasta la Edad Media. Digo que más avanzada, porque en Atenas este era la Organización Política de la Ciudad, pero muy poco de dice del territorio donde ejercía influencia, por lo que podemos aventurar que aquella democracia afectaba solo a “ciudadanos”, los que vivían en las ciudades o metrópolis, mientras que en el caso de los Güanches canarios, era un sistema que se repetía desde el más humilde Auchón hasta la cabecera del Menceyato.
A menudo, demasiado a la ligera me temo, damos por válidas todas las cosas que dice la Historiografía, sin tener en cuenta el detalle, de que  está escrita en gran medida para “justificar” los hechos, dar una versión interesadas de los mismos, y que en el mejor de los casos está construida con los tópicos, creencias, mitos e intereses personales de quienes las escribieron, por lo que han de ser tamizadas por los datos empíricos de la moderna Ciencia Arqueológica y la Historia; En este sentido, y no solo con la Historiografía, debe estarse atento, pues un bulo intencionado, repetido a lo largo del tiempo, termina por confundirse y ser asumido como cierto. No digamos cuando existe un evidente interés en que eso suceda. Por tanto, cuando oímos hablar de “reyes guanches”, tenemos que tener claro que fueron vistos así por los europeos, porque en su inculta y cuadriculada mente no concebían otra forma de gobierno.
Sin embargo, atendiendo a las pocas descripciones que esa misma historiografía escrita por europeos, nos dan de esos “reyes guanches”, hay algunas evidencias que nos hacen tener una visión distinta y diametralmente opuesta a la clásica visión de un rey y de la monarquía. La ciencia moderna, ha establecido una clasificación general de las formas de gobierno y su evolución desde la noche de los tiempos, y si uno lee la historiografía europea sobre los Güanches y la clasificación de la Ciencia Moderna, llega a la conclusión de que no eran reyes en la concepción que de estos existía ni en le época, ni en la actualidad. Es preciso detenernos un poco en este aspecto de la Sociedad Güanche, antes de centrarnos en las circunstancias que rodearon y propiciaron la elección del ante penúltimo Mencey Güanche.
Si hacemos caso de crónicas y relatos de la conquista y otra documentación, el Mencey Güanche no era el dueño de la Tierra, sino el administrador que anualmente la repartía entre la comunidad según las necesidades de cada Auchón o Poblado, los cuales tenían que destinar una parte de las cosechas y ganados a la comunidad, es decir, “al administrador” o Mencey; Almacenado en Silos o Almacenes comunales, este excedente era reintegrado a la comunidad productora, bien en forma de agasajos en fiestas y celebraciones de carácter “nacional o religioso”, bien en momentos de sequías u otros contratiempos de carácter general o personal. De esta manera, puede verse, siempre según la historiografía europea, que eran diferentes a los monarcas “del mundo civilizado”. El supuesto “monarca” de los Güanches era más administrador que otra cosa, pero es que además, debía asegurarse que todos tuvieran lo indispensable para la supervivencia, algo que ni monarcas ni otros gobernantes europeos de la época hacían ni les preocupaba; Es más, en la actualidad, cuando después de que en las últimas décadas esto se fuera conquistando en luchas sociales, en muchos casos cruentas, se aprecia un notable retroceso y el fantasma del hambre vuelve a aparecer en la moderna y democrática europa.

Por otra parte, podemos afirmar que, como mínimo existe un paralelismo más que notable en la democracia griega y el Tagoror guanchinesco. En cada Auchón o grupo de Auchones, dependiendo de la importancia y tamaño de cada uno, los propietarios de bienes o dignidades, se reunían en consejo presididos por el Chaurero o jefe de Auchón, y deliberaban y acordaban según las necesidades e intereses colectivos, de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Esta estructura se repetía en cada entidad territorial/ política de forma escalonada hasta la cúspide de la pirámide, es decir hasta el Tagoror general del Menceyato, presidido por el Mencey y su Sabor o Consejo. La elección del Mencey, se hacía normalmente por la ascendencia matrilineal, es decir, heredaban el puesto o las dignidades los hijos de la madre, por lo que es de suponer que salvo circunstancias, a la muerte del Mencey le sucedía su hermano si lo tuviera y no sus hijos. Eso en caso de que no hubiera quien le disputara “el honor”...

La Sociedad Güanche, estaba dividida básicamente en tres clases: Nobles, Vasallos o Achicasnas, los carniceros y matarifes, y los Iboibos, una clase de sacerdotal encargada de mirlar [Momificar] los cadáveres. Lo eran debido al Tabú de las sangre, ningún noble o achicasna se atrevería a tocar la sangre, de ahí que por todas las demarcaciones hubieran charcos y fuentes de uso exclusivo por las mujeres (Chamatu o Chamato) cuando menstruaban.
Aunque muy respetados, los Iboibos [Estaban en contacto con el Más allá], al igual que los verdugos y matarifes estaban considerados impuros. Pero, salvo en el caso de los considerados impuros, no era un orden social cerrado, pues cualquiera de los otros, nobles o vasallos, podían bien perder su estatus social, bien acceder al otro superior mediante su comportamiento personal. Es decir, cualquier achicasna podía ser declarado noble y viceversa, en base a su comportamiento cotidiano o puntual en cualquier circunstancia; Algunas de esas circunstancias eran el valor frente al enemigo y la lealtad a la palabra dada [también el no haber ejercido de carnicero ni haber trabajado en nada, lo que demuestra que eso de la Nobleza, siempre ha sido cosa de vagos y gandules y poco de actitud, desde el mismo Paleolítico] Por todo esto y mucho más que falta y sería prolijo mencionar, salvo en Canarias, la palabra Mencey designa más que un rey por voluntad divina, a un líder electo, a un “primus inter pares, o el primero entre sus iguales”, aquel que por sus cualidades personales le hacen idóneo para liderar a un Pueblo o Comunidad.

La traición del Realejo: Derrumbe de la Sociedad Güanche.
25 de Julio de 1496, día de Oprobio Nacional. Después de un sinfín de batallas y escaramuzas, de sufrir una epidemia provocada por el envenenamiento de las aguas que diezmó a la población Güanche y que no afectó ni a los europeos ni sus aliados del Cantón de Güimar y auxiliares de otras islas, pero se cebó con todos los demás, especialmente a los Menceyatos o Cantones de Guerra, los grandes líderes o perecieron en combate o se suicidaron mediante el Suicidio ritual Güanche, aquel Vacagüare [Quiero morir] suicida de una raza de guerreros, que bien saltando al vacío de impresionantes precipicios o encerrándose en las profundidades insondables de las cavernas, erigían un muro de piedras como tapia y se dejaban morir en la oscuridad. Cuando un Mencey quería comunicar a los espíritus de sus antecesores la marcha de los asuntos de su menceyato, enviaba a un mensajero, alguien que se prestaba voluntariamente para tal cometido, y a cambio su familia era dignificada; En el caso de Benitomo, Ichasagua, Bentejui  y otros, prefirieron actuar ellos personalmente de mensajeros, para comunicar a sus antepasados las desgracias que estaba sufriendo la Matria.
La gran mayoría de la clase dirigente, temerosa de perder sus privilegios, en un reconocimiento implícito de que no eran capaces de seguir disfrutándolos debido a la valía personal, pactan rendirse, o eso dice la historiografía. Debemos tomar con mucha precaución este asunto, ya que no sería la primera vez que se demuestra cierto comportamiento “chapucero y rastrero” en los pactos de los europeos en Canarias. Por citar uno que explique mi escepticismo, decir que con frecuencia se cita uno en concreto del que ni se sabe en nombre ni la fecha, y que supuestamente, cogieron a un Guanarteme de Canaria [Actual Gran Canaria] que se había rendido, que hasta es discutible que fuera realmente el Guanarteme pues solo contamos “con su palabra”, “que solo tenía mando en una demarcación territorial de su Isla”, al que bautizaron como Fernando Guanarteme, y llevándolo a la Corte de los Reyes Católicos, le hicieron firmar un Pacto de Sumisión en nombre de todas las Islas y sus respectivas jefaturas, en un comportamiento trapacero, miserable y ruin que invalida al propio documento. Es como si un alcalde cualquiera de Francia o Alemania o de Guinea, tras ser atrapado y persuadido, se prestara a firmarme a mí un Tratado de Rendición y entrega de todo el País. Es así de risible, sobre todo cuando las Islas no formaban una sola entidad política, sino muchas, todas independientes unas de las otras, por lo que no tenían un solo interlocutor, sino que cada isla tenía varios, por lo que ninguno de ellos tenía ni autoridad legal ni moral para hablar en nombre de todos, luego no podía firmar nada en más que en nombre propio, si es que estaba legitimado para ello. Ningún “Derecho”, ni primitivo, ni medieval, ni antiguo ni moderno, admitiría ningún papel falsificado a sabiendas de que lo es.

Por lo demás, Guanarteme no pudo firmr el pacto en nombre de “todas” las islas puesto que Titoreygatra (Lanzarote) Erbania (Fuerteventura)  Esero (El Hierro) y Ghumara (La Gomera) ya estaban invadidas y colonizadas, teniendo el estatus de Islas de Señorío. De hecho el pusilánime Fernando Guanarteme perdió el gobierno de la isla siendo asumido por Bentejui; En todo caso la verdadera “Dueña” de la tierra era la Princesa Guayarmina (Almendra Bella) sobrina de Fernando Guanarteme. El único documento conocido que puede hacer referencia al supuesto pacto, es uno que pone a seguro de esclavitud a Fernando Guanarteme y a 40 de sus parientes, como colofón al trato dispensado a este traidor, pues ya el invasor genocida Pedro de Vera infligió a Fernando Guanarteme la mayor de las humillaciones que se podía concebir para un noble guanche, le obligó a él y sus parientes retirar los muertos de una batalla. Tal fue el destino de este personaje, que no se sabe ni siquiera donde están enterrados su despojos y ni siquiera hay interés por parte de nadie en averiguarlo.
Por otra parte, José Melchor Hernández Castilla, en la BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales, LOS ABORÍGENES DE GRAN CANARIA EN TENERIFE, encontramos:
“...Miguel de Mojica, y el armador capitán, gaditano de origen genóves, Pedro Fernández Cabrón (54), son salvados de desastres militares más de una vez gracias a la intervención de don Fernando Guanarteme: con sus palabras a sus antiguos súbditos y con sus tropas indígenas (55). La muerte de la mujer del Guanarteme rescinde el derecho a reinar de don Fernando (56), y se traspasa a una niña, la infanta Mansequera (57)...”
Sólo se puede ser Guanaterme en Gran Canaria por 3 vías: como hermano mayor de la reina, como esposo de la reina, y como hijo de la reina; porque la jefatura se sustenta en una mujer y la transmisión de poder se trasmite por vía materna (58). Cebrián Latasa considera a don Fernando primo hermano de la infanta Mansequera (59) y Bonnet Suárez lo llama tío de la infanta (60).
En segundo lugar, se debe tener en cuenta, que cuando era elegido un Mencey o Guanarteme, este “juraba el cargo bajo unas condiciones”, es decir, se comprometía ante la Divinidad y la Comunidad a cumplir una serie de requisitos, entre los que estaban el de ser valiente y honorable siempre y defender en suma, su Menceyato y sus gentes hasta la muerte si era preciso. Como en todo contrato, hoy, ayer y siempre, cuando una de las partes lo incumple, este queda roto, por lo que se puede afirmar que en el momento de rendirse a las tropas europeas, Fernando Guanarteme rompió ese contrato de Mencey o Guanarteme, por lo que perdía tal Dignidad. Y perdida esa dignidad, no podía más que firmar papeles en nombre propio y si acaso en el de su familia, pero en el de nadie más. Eso en el improbable caso que existiera de verdad ese tratado que nadie conoce y al que hace alusión el furibundo nacionalismo ultramontano español, porque mucho hablar del Tratado de Catalayud pero nadie lo enseña ni aporta documento alguno del mismo, por lo que mientras no aparezca y sea autentificado, es otro mito español más, como el de la Reconquista [Que duró 800 años...] o el de la raza ibera o la misma historia de ese país en conjunto.

Como cabría de esperar, la traición de Realejo por parte de la mayor parte de la clase dirigente Güanche, supuso el derrumbe social, el colapso de todo. Pero en ese mismo momento, como en todas las ocasiones traumáticas que afectan el devenir de los pueblos, aparecen los auténticos héroes de las naciones y las comunidades, los auténticos líderes que encarnan el espíritu de los Pueblos, el sentimiento popular en su encarnación más pura, que con su ejemplo son capaces de galvanizar y amalgamar y crear algo nuevo y hermoso.

Ichasagua, Mencey de los Hombres Libres.
Ese mismo 25 de Julio de 1496, mientras la nobleza se aseguraba que continuarían disfrutando de sus privilegios en el “nuevo orden” [Cosa que luego se comprobó que sucedió en contadas ocasiones], el pueblo llano, los Achicasnas y la clase sacerdotal se rebelan contra los nobles y se Alzan en armas, continuando la resistencia contra el invasor europeo, en los Cantones y Menceyatos cuyos jefes se acaban de rendir.
Es en este instante, con el derrumbe de la estructura de poder, cuando surge una nueva, bastante “moderna” y más que novedosa en aquellos tiempos, inusitada. Los Alzados no tienen a sus jefes naturales que les guíen, pues los pocos nobles que quedaron fieles a su Matria y su Pueblo estarían tan abochornados y afrentados por el comportamiento de “sus iguales”, que simplemente se sumaron al devenir de los acontecimientos, pues otra cosa no podían hacer. Luego la mayoría de Achicasnas, Cancos, Maguadas, etc. deben elegir nuevos jefes; Nuevos jefes fiables y para ello, dado el precedente inmediato, tratándose de Hombres Libres [La condición de Achicasna no implicaba esclavitud] que han jurado a su Diosa ser valientes y honorables siempre, no van a permitir que nadie vuelva a hablar y decidir por ellos.
En medio de aquel caos, de repente aquellos hombres y mujeres quedan automáticamente igualados pues se considera que cada miembro de la comunidad de los Alzados o Chasneros, tienen los mismos Derechos y Deberes en y para la Comunidad. Deciden refundar el Estado o la Patria Güanche, y como en el pasado y siguiendo la vieja tradición, “Refundan el Menceyato de Adeje o Adexe, en el lugar llamado Chasna”, que al parecer fue el lugar de desembarco de los primeros habitantes de la Isla [Aunque otra tradición habla de Icoden, actual Icod de los Vinos] y allí se aprestan al combate.
El nuevo tipo de sociedad, de corte igualitario conserva la institución del Tagoror, donde los nuevos Hombres y Mujeres Libres, hijos/ as de la Sol, resuelven y tratan sus asuntos en plano de igualdad absoluta, donde cada cual es lo que es por sus actos y no por su cuna.
El Tagoror de Chasnero/ as, dispuestos a seguir el combate para defender su Libertad, su Forma de Vida y Creencias y su Tierra, elige como jefe de todos ellos/ as al achicasna Ichasagua. Como no conocen otra forma para designar esa jefatura sino la de Mencey, “primus inter pares”, Mencey lo llaman, pero para nosotros, Chasneros y Chasneras de este tiempo, ha pasado a Nuestra Historia como Ichasagua, el ante penúltimo Jefe de los Hombres y Mujeres Libres de esta Tierra, una colonia europea en África del Norte, y ocupa un Glorioso puesto de Honor en nuestro Panteón de Héroes Nacionales.
Antes de finalizar, y para los poco amantes de que los Pueblos puedan decidir por sí mismos, y puedan mediante algún peregrino argumento intentar poner en duda la legitimidad del Pueblo Güanche en elegir a sus gobernantes y seguir la Resistencia contra el invasor, es preciso recordar dos cosas:
La primera, es que como ya he dicho, el Mencey no es dueño absoluto sino de su persona, que no lo es de nadie ni de nada más, y en base a su comportamiento puede serlo o incluso puede dejar de serlo.
La segunda cosa, es que en las monarquías europeas y de otros lugares, el Rey es dueño absoluto de las personas y de la Tierra con todo lo que en ella haya o contenga. Esto nos lleva al hecho histórico de que el rey de los Reinos de las Espanas, en un momento dado, igual que los conquistadores en Canarias “aconsejaron y persuadieron a los Güanches”, le regaló a Napoleón Bonaparte  sus posesiones y pertenencias, es decir, los reinos de las espanas y a todos los súbditos, de los que era propietario por Derecho concedido por su Dios. Ante este hecho, se rebeló un montón de gente por todos los rincones de aquellos paises, y se tiene por cierto [Eso al menos dicen ellos], que el 2 de Mayo, una parte del pueblo de Madrid y algunos militares se sublevaron contra el nuevo rey designado por Bonaparte, extendiéndose la rebelión por todos sitios. De hecho, el 2 de Mayo es fiesta nacional por aquellos lugares.
Para el que todavía no lo haya entendido, si el dueño de algo lo regala, nadie debe objetar nada, y en aquel momento el dueño, el rey absoluto regaló sus posesiones, es decir aquellos países a Napoleón, y podía hacerlo y era totalmente legal que lo hiciera, por lo que los que se opusieron a aquello hasta con las armas en la mano, eran técnicamente criminales, terroristas, fanáticos religiosos [Napoleón traía la Ilustración, la Enciclopedia, es decir la Razón, la Ciencia opuesta a la Superstición] y quien sabe cuántos calificativos más, menos el de patriotas. Técnicamente es así, carecían de legitimidad legal para la oposición, pues según el “Ordenamiento Jurídico” imperante en aquel momento, el rey era dueño y señor de todos ellos. Luego si el pueblo y algunos militares se consideraron legitimados para aquella oposición frontal a Napoleón en contra de su propio Ordenamiento Jurídico, constituyendo las Cortes de Cádiz y creando una Constitución [Posteriormente abolida a sangre y fuego por el hijo del mismo rey que provocó su aparición, también a sangre y fuego], que se conoció como la “Pepa”, y que paradójicamente es el único texto legal que le da carta de naturaleza a Espana como Estado unitario y no una serie de reinos y territorios propiedad de una misma familia; Legitimados estaban los Achicasnas güanches para hacer lo mismo, pues su “Ordenamiento Jurídico” establecía que deslegitimizado el Mencey y los Nobles perdían su condición de tales, por lo que se podía elegir sustitutos por el Tagoror. Solo que los Chasneros Güanches no se decantaron ni por el viejo orden ni por una democracia burguesa o liberal, sino por un sistema de Democracia Plena e Igualitaria para todo Guaxit [Viene a significar hombre con la connotación de Ser Humano, Género Humano]
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
29 de Marzo 2015.


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