viernes, 27 de marzo de 2015

Soberanía Alimentaria V-Política Forestal I



Como he dicho anteriormente y todos sabemos más o menos, nuestra riqueza forestal asegura una Acuífero Subterráneo también rico, como la pasada y reciente Historia del Agua en Canarias atestigua; Por ejemplo en Tenerife, que después de la conquista poco agua de lluvia se recogía para la agricultura, en Eres, Charcas, Embalses, etc., dependiendo el abasto de Aguas en General de las Galerías o Fogaras y Pozos, política despilfarradora y onerosa que básicamente continúa en la actualidad. Quiero decir que tras más de cinco Siglos de explotación sistemática, descontrolada y mercantilista, aún tenemos, cada vez menos, agua.

Esta circunstancia, salvo la que se formó al tiempo que la Isla, de riqueza freática es debido a que durante quien sabe cuántos miles de milenios, teníamos una cubierta vegetal que amansaba el agua de lluvias y escorrentías y facilitaba su filtración; Fue posible porque nuestros exuberantes y húmedos Bosques de Laurisilva arrebataban el vapor de agua que el Alisio traía del Atlántico, en una reacción física tan sencilla y elemental que, literalmente destilan el agua del aire, en una reacción física que además es visible, fantásticamente hermosa y asombrosa, que además se puede vender como atractivo turístico. Porque para todos sin excepción es casi una experiencia mística cuando alguien explica a un neófito viendo el fenómeno mientras se produce, como en esta Tierra Nuestra, en los dominios del “Mar de Nubes llueve de forma horizontal”; Y estos fenómenos exclusivos del Monte de Laurisilva, Mar de Nubes y Lluvia Horizontal, son vendibles, acompañados de una degustación gastronómica acorde con el lugar y clima [Escaldones y pucheros, chicharrones y potaje de berros...], después de la charla correspondiente sobre la Cultura del Agua y la Flora endémica, son factibles de rendir buenas rentas a las “arcas del pecunio” canario, ¿Verdad?
Aunque son muchos los motivos por los que es preciso, indispensable, incluso Estratégicamente, Conservar, Recuperar y Proteger Nuestro Patrimonio Forestal, un Gobierno Canario Libre, debe prestar especial atención a esta cuestión, que no debe en ningún caso enfocarse como algo independiente al resto de políticas específicas y o generales. En un territorio tan pequeño y al mismo tiempo tan frágil, con todas las Especificidades Medioambientales que concurren en cada rincón, que hacen un Continente de cada Isla y un Continente de Continentes al Archipiélago, todos ellos inéditos e irrepetibles, la Atención y Gestión de Nuestro Medioambiente debe presidir y condicionar el Desarrollo Futuro de Nuestra Tierra; Planificar y acometer un Desarrollo Auto Sustentable de Nuestros Recursos, no es tan complicado si de verdad se quiere hacer y si se dejan a un lado las prisas y las poses electoralistas y los intereses oscuros, porque en el terreno medioambiental, lo único que se manifiesta o ve con inmediatez son las agresiones que se le hacen y no las medidas que se toman para su guarda y mejora. Es decir, es una tarea de continuidad y sin plazos, donde los resultados se ven tras varias legislaturas y aún décadas, lo que no cuadra con el animal político actual.
No es mi intención quedarme en solo un discurso de buenas intenciones, sino proponer medidas concretas que un Gobierno Canario Libre debe acometer para no solo Conservar y Mejorar lo que haya en ese momento, sino Recuperar lo que se pueda de lo que hubo y Gestionarlo todo de forma razonable para asegurar una Soberanía Alimenticia y Energética, sin poner en peligro nada.
Para finalizar esta primera parte, entiendo que es necesario, para poner las cosas en su justo lugar, es preciso reconocer que la ocupación humana transforma el Medio Natural, pero es la sobreexplotación y las insensateces de unos pocos quien lo ponen en peligro. A este respecto, como una gran parte del territorio canario está sujeto, al menos nominalmente, a una protección especial de supuesta protección, con demasiada frecuencia se criminaliza a los habitantes de estos “espacios protegidos”, haciéndolos responsables del deterioro sistemático y desaparición de Nuestros Montes, especialmente algunos personajes, sicarios al servicio de las políticas públicas y otros.
Tierra quemada fue la política seguid durante la conquista; Palmerales y Montes quemados para sofocar la resistencia, pues de los palmerales y montes obtenían alimento, recursos y refugio. Y licencias de tala indiscriminada a cualquiera que le pagara al cabildo correspondiente, para talar los bosques. Las crónicas y relatos de la conquista y los acuerdos de los cabildos posteriores a la conquista están ahí, para quien quiera consultarlos. Identificados los culpables reales y los que no han sabido revertir eso más que con papeles bien redactados pero inoperantes y que no valen ni el coste de lo que cuesta imprimirlos, ahora toca hacer lo contrario.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
26 Marzo 2015


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