viernes, 17 de abril de 2015

"Se ha exagerado la tosquedad de los instrumentos de piedra tallada de los antiguos canarios...


Esto procede de confundir primitividad y decadencia. Hay, es cierto, picos y hendidores trabajados a grandes golpes sobre grandes guijarros, pero esta primitividad de trabajo, recuerda mejor que las hachas y grandes piezas del Paleolítico antiguo, los instrumentos no ya del Asturiense, sino los derivados de éste correspondientes al Neolítico y a las Edades del Metal. La migración de tales tipos por la costa cantábrica no es ya un secreto, (...) las lascas de obsidiana son amorfas, pero no sería raro el que algún día se encontraran en Canarias puntas de flechas de obsidiana o de sílexfinamente trabajadas, como las de las culturas del Sáhara." (Pérez deBarradas, 1939: 18-19).

A partir de finales del siglo XIX se vinculada a la burguesía emergente de las islas y refrendada por científicos europeos que espondían a los intereses expansionistas de las grandes potencias coloniales, es a través de ellos que los habitantes de canarias presentaban claros nexos con las razas clásicas de Europa.

"Se ha exagerado la tosquedad de los instrumentos de piedra tallada de los antiguos canarios... Confundiendo primitividad y decadencia, este fenómeno, lejos de ser un mal local, se viene reconociendo en múltiples actitudes públicas, que intentan apoyarse en el valor legitimador de la memoria, como forma de relacionarse con el pasado base en la que debe sustentarse la Historia. Los numerosos discursos de determinadas memorias colectivas, instituciones, de grupo, ocultas, heredadas, artificiales, manipuladas..., y sobre todo la indiferenciados relatos del pasado y a olvidar la complejidad y significación de los hechos históricos

Sin duda alguna, en esta confusión ha venido desempeñando un importantísimo papel de elajación de la administración pública, inhibida de su responsabilidad a la hora de programar y auspiciar la investigación, desentendida de la calidad de los trabajos de divulgación y de espalda a los ya restringidos cauces de publicación disponibles.

“Se trata, pues, de acceder al conocimiento de la prehistoria insular
estudiando en profundidad la articulación de uno de estos espacios, pero no desde una perspectiva determinista de estas culturas, en la que el medio físico actúa de condicionante absoluto del grupo, sino valorando el ecosistema junto a la capacidad del grupo humano para generar cultura y transformar las estructuras, en la creencia de que los diferentes elementos de una cultura –tecnología, economía, religión, estructura social…- constituyendo un sistema holístico no se ven afectados de igual manera por las adaptaciones ecológicas (J.H. Steward, 1974:48)” (Del Arco, 1987: 649).

María Gómez Díaz. Abril de 2015.

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