martes, 5 de mayo de 2015

ARCHIVO PERSONAL DE EDUARDO PEDRO GARCÍA RODRÍGUEZ-XXIV



1998 enero 31.

Sobre la independencia

El señor Manuel Iglesias titula su artículo del día 20 de enero "Sobre independentismo" y a continuación califica la palabra de "maldita". No quiero prejuzgar si el señor Iglesias, está o no por la independencia, no sé si el señor Iglesias es español o canario, pero sí quiero ayudarle a poner fin a las especulaciones que podrían derivarse de una exposición que debido a lo vital para esta nuestra patria adolece de rigor. Tratemos de cuadrar y poner las cosas en su sitio.

Nosotros, los que consideramos necesaria esta independencia, creemos en ello por razones objetivas para el bien de nuestra tierra que es la tierra de mis antepasados; por generaciones hablo pues en criollo y mis argumentos son los que expongo a continuación.

Primero: De forma mayoritaria los esquemas mentales de la mayoría de nuestra población no son los característicos de un nativo español. Nos identificamos más con el Caribe, Venezuela, Cuba; nuestro hablar es propio y distinto, nuestra mecánica de pensar y construir también lo es, pero estos signos de identidad propios no son "perse" significativos. Los señalo como parte de un amplio conjunto, al cual vamos analizar a continuación.

Segundo: Nuestra situación geográfica y nuestro ámbito político poco tienen que ver con el español. Al afirmar esto lo hago objetivamente y sin ninguna animosidad contra los pueblos de España, nuestra distancia geográfica nos otorga unas diferencias y características propias que ahí están y que nada podrá cambiar. Nuestro ámbito político no tiene más que escasas y bien diferenciadas clases de intereses comunes con lo español; antes del año 1936 que precedió a la instalación del fascismo en España y en esta  colonia nuestras relaciones de todo tipo eran mas frecuentes con Cuba, Venezuela; el imperio británico y la Republica francesa, en lo económico y cultural que con España, el uso que España ha hecho de nuestra tierra ha sido logístico pensando siempre en sus propios intereses y los de sus poderes facticos, jamás en los intereses de nuestra patria canaria.


Tercero: Es de mala y ocultas intenciones, el asociar en exclusiva el movimiento por la independencia con el sello de Antonio Cubillo; cierto es que el compañero ha trabajado por ello (en el colectivo) CNC, pero también están con tanto mérito los compañeros del Frente de Solidaridad Canana del PCN y de otros colectivos como son la Intersindical, y los independientes adheridos a la Unidad por La Independencia, también mencionamos a la Unidad Republicana, con quienes espetamos pronto verlos en el conjunto de esta lucha fraternal.

Cuarto: Queremos dejar bien claro y sin ambigüedades, que existen unas razones primordiales en la razón de esta lucha: reclamar lo que es nuestro sin dudas de clase alguna; refiriéndome a la administración y usufructo en pleno de nuestras riquezas; la creación de los necesarios instrumentos económicos financieros que permitan a nuestros actuales poseedores canarios desarrollar un poder real y competitivo frente a los intereses foráneos, respetando a lodos aquellos intereses que sean compatibles con los sagrados intereses de nuestra patria y su pueblo.

Quinto: Deseamos dar una forma republicana y democrática a Nuestra Carta Magna, de mantener las mejores relaciones con nuestros vecinos sin perder un ápice tic nuestra identidad de País Atlántico, mantener relaciones de privilegio con la Unión Europea, los Estados Unidos de América, los países africanos nuestros privilegiados vecinos y con el pueblo saharaui muy en particular como complemento de nuestros propios intereses y desarrollo de una nación pacífica y que ambiciona un desarrollo próspero y generalizado en todo el ánihilo de nuestro planeta.

Sexto: Deseamos que Coalición Canaria, con lodo respeto obtenga los mejores resultados en su tímida lucha en defensa de los intereses que dicen defender, los de Canarias. Que tengan la suficiente habilidad e inteligencia para situar donde pueden estar sus aliados y comunes intereses y donde las trampas.

Séptimo: No prole miemos ninguna convulsión social, ninguna estampida, ni régimen de desorden sólo queremos que nuestro pueblo dirija sus destinos en plenitud, de acuerdo con los derechos que nos otorga la carta de los derechos universales de las Naciones Unidas y que en 1999 nos sea otorgada lo que de derecho ríos asiste. Podría resumir diciendo que las cuentas no nos cuadran, con el socio que el destino o las circunstancias nos impuso, no cuadran las cuentas y queremos disolver la sociedad, en buenos y amistosos términos. Eso indicaría por parte de España una mayoría de edad y que finalmente empieza asimilar el contenido del término democracia. Evitando sangrientos e indeseados enfrentamientos. Viva Cananas Independiente y Democrática.

Elio Rodríguez-Figueroa, en: Diario de Avisos. Cartas al director, sábado, 31 de enero de 1998. (Archivo personal de Eduardo Pedro García Rodríguez)




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