martes, 22 de septiembre de 2015

BREVE HISTORIA DEL BARRANCO ARAGUY (BARRANCO SANTO) CON IMÁGENES-VI





 N O T A S  PARA BARRANCO ARAGUY  (SANTO)
 
Eduardo Pedro García Rodríguez

La Cueva de los Santos o Cueva Santa, del barranco de Aragúy, es un santuario guanche, hoy está convertida en una ermita dedicada a la Virgen de Candelaria. Esta cueva-ermita, cuenta con dos imágenes de la Diosa Chaxiraxi (V. Candelaria), una que fue donada por Dña, Candelaria  Moas, de Icod (Tenerife), quien la había recibido en herencia de su antepasada Dña. Candelaria Alvarez de Tábora. Esta imagen según la autora Dña. María J. Riquelme: << es de candelero del siglo XVIII, mide 75 cm . de altura y 25 cm . el niño, tanto ella como su hijo debieron ser ejecutados por algún artista local, pues resultan toscos no sólo en el tallado del rostro sino especialmente en las manos. La Madre tiene unos grandes ojos verdes de vidrio que contrastan enormemente con el intenso moreno de su policromía. La nariz recta algo caída en la punta y aletas anchas, la boca muestra un rictus grave. El niño, tiene unas facciones más logradas, sobresaliendo también sus enormes ojos de vidrio en este caso azules y las manos preparadas para llevar el avecilla típica.>> Leyendo atentamente este pasaje, observamos que los rasgos que nos describen la autora y que tan toscos le parecen, son los rasgos típicos de una Canaria de la época en que fue tallada la imagen, con ello el “artista local", pretendía reflejar en su obra un modelo de su tiempo, especialmente el detalle del color de los ojos, tanto en la madre como en el niño, pues estos colores de ojos, eran -y son- bastantes frecuentes en la población guanche. Esta imagen la conservaba el mayordomo de la ermita D. Antonio Hernández González.

La segunda imagen con que cuenta la cueva-ermita, es obra del artista Palmero Juan de Silva Vizcaíno, mide 1 metro de altura, es de candelero, pelo pintado rostro redondo, enormes ojos pintados y  labios pequeños. Esta obra del siglo XIX fue donada por las monjas Clarisas del convento de clausura de La Laguna (Tenerife), para sustituir a la anterior que no daba la talla para las procesiones, pensamos que veinticinco centímetros de diferencia no es óbice para retirar una imagen del culto, ya que cuando las imágenes son pequeñas se suele  aumentar la altura con unos bastidores de madera que quedan ocultos por los ropajes, es probable que la verdadera causa de la retirada de la antigua imagen se debiera precisamente a las características del rostro de la misma al no mostrar una fisonomía europea.

Según la mencionada autora, en 1931 se decide por la  accidental caída de un niño al barranco de Santos, el cual resultó ileso, habilitar una cueva deshabitada para dedicarla al culto a la Virgen de Candelaria. Esta gruta, desde la terminación de la guerra civil de los españoles, se convierte en centro de peregrinación importante, debido a que el barranco estaba totalmente habitado desde el barrio del Becerril, hasta el Puente Galceran, contando con el beneplácito de los Obispos Fr. Albino González  Méndez-Reigada y su sucesor D. Domingo Pérez Cáceres. El Obispo Luís Franco Cascón también estuvo en  la citada ermita en 1964. Hoy no se celebran cultos en ella, como sucede con la cueva de San Blas (Candelaria). No compartimos la aseveración de la autora al afirmar que la cueva Santa estaba deshabitada en el año 1936, pues por esas fechas y muy posteriormente todas las cuevas del barranco de Santos estaban habitadas, por otra parte, aunque ignoramos si en la actualidad se realizan cultos o no en dicha cueva, sí podemos afirmar que tanto la cueva como su entorno está espléndidamente cuidado por los vecinos del barrio, y no deja de ser curioso el que el campanario de la ermita, tenga una forma romboide que recuerda a uno de los símbolos de la diosa fenicia Tanit.

(6).- Barranco de "Chamarta" o Chamattu, -de la mujer- es bien sabido que las sociedades norteafricanas, como la guanche, tenían una serie de creencias en torno al tabú de la sangre, tanto es así que los oficios de matarifes o de mirlador, lo ejercían las capas más bajas de la sociedad, hasta el punto de que los individuos que practicaban estas actividades formaban un clan de intocables, estándoles prohibido el vivir en la proximidades de los poblados, y cuando precisaban de algunas cosas debían indicar lo que querían con una vara, sin que pudiesen tocar nada con las manos. El mayor castigo que infligían a los prisioneros de guerra, especialmente a los europeos conquistadores, consistía en obligarle a ejercer de carniceros, precisamente por este tabú a la sangre, las mujeres guanches, tenían determinados lugares señalados donde realizar su higiene intima durante los ciclos menstruales, en esos lugares estaba prohibido que bebiesen los ganados o que esas aguas fuesen usadas para otros fines que el expuesto,  generalmente eran pequeñas fuentes, o charcos (eres) en barrancos, donde el agua se filtraba y perdía, creemos que  uno de estos lugares  estuvo señalado en el barranco de Chamarta, entre otras razones porque su naciente está próximo a un centro de peregrinación, que hoy se encuentra cubierto por la pista de rodadura del aeropuerto de los Rodeos. Este adoratorio Guanche estaba constituido por un montículo en cuyo interior había una cueva grande con una especie de altar en el cual estaban una serie de figuras que no eran cristianas, según su descubridor.

(7).- El Castillo de San Joaquín, tuvo sus principios en una o dos plataformas que mandó a construir en 1586, el Gobernador D. Juan Núñez de la Fuente, las plataformas estuvieron abandonadas durante mucho tiempo, el 25 de Mayo de 1762, el Cabildo de la isla tomó el acuerdo de reconstruir estas plataformas, acuerdo que no se llevó a efecto. En 1780, siendo comandante General D. Joaquín José Ibañez Cuevas, marques de la Cañada, ordenó su construcción al teniente coronel D. Andrés Amat de Tortosa, jefe del Real cuerpo de Ingenieros, dando comienzo las obras el 16 de Marzo del mismo año, las obras consistieron en añadirle cuatro cubelos al rectángulo existente y diversas dependencias para el cuerpo de guardia cocina etc. Fue dotado con cuatro cañones de a 24, procedentes del Cabildo de la isla, durante siglos, el Castillo sufrió una serie de vicisitudes entre las cuales cabe destacar las de haber servido de Palomar Militar en 1899, Almacén de material de la Comandancia de Ingenieros en 1928, Parque Regional en 1930, en 1944 es transformado en prisión militar, cometido que cumplió hasta hace muy poco tiempo.

En nuestros tiempos, las fuerzas de la naturaleza también se han cobrado su tributo en vidas humanas en el barranco de Aragúy, en tramo denominado de Añaza, o Añazu por los años cincuenta del pasado siglo, en una triste madrugada se desprendió una cornisa basáltica que estaba situada en lo que hoy es la trasera del Hotel Escuela, y frente al molino de agua que se encuentra en la margen izquierda del barranco. Fallecieron algunas personas que vivían en cuevas y chabolas situadas debajo de la cornisa desplomada. En esta ocasión el comportamiento del cuerpo de bomberos y de la policía municipal fue verdaderamente heroico y ejemplar, consiguieron llegar con los vehículos hasta el mismo lugar del siniestro, logrando salvar muchas vidas y rescatar un buen número de heridos. Por esas fechas desde la zona del "salto" hasta el molino de agua, estaba totalmente habitada, no quedaba por ocupar ni la más pequeña oquedad en las paredes del barranco, además de las innumerables chabolas que, estaban construidas  próximas al cauce del mismo, por lo que, no era infrecuente ver arrastrados por las riadas los pobres enseres de algunos de los moradores, cabras, cochinos y perros y, en alguna ocasión incluso algún cuerpo humano.

Esta ingente cantidad de personas que poblaban el barranco, desde la trasera del barrio Becerril hasta el puente Galceran, procedía del interior de la isla, la mayoría de ellas jornaleros del campo a los que las penurias económicas les habían obligado a abandonar sus lugares de origen para tratar de conseguir sobrevivir al amparo del puerto de Santa Cruz, con los trabajos eventuales que éste podía ofrecer, única válvula de escape a que podían acceder los desheredados de nuestros campos.

Después de la tragedia, estos ciudadanos fueron trasladados a los salones de Fayfe, los que, hasta no hacia mucho tiempo, habían servido de cárcel para los presos políticos que consiguieron sobrevivir al régimen fascista imperante en aquel tiempo. Después de unos años viviendo, o mejor dicho cobijados en los mencionados salones, muchos de ellos tuvieron suerte y les concedieron viviendas en las por entonces recién construidas barriadas de la Cuesta de Piedra y en la de Taco. Pero el barranco continuó acogiendo en sus cuevas y oquedades a los desheredados de la fortuna y a los acosados por el régimen, a pesar de que las autoridades en diversas ocasiones procedieron al desalojo de sus ocupantes, éste continua dando cobijo a personas, ratas, perros, enjambres de palomas y mosquitos, hasta la fecha.

Podemos asegurar que desde siglos antes de la invasión y conquista hasta nuestros tiempos, el barranco jamás ha estado deshabitado, especialmente en los tramos comprendidos entre el puente de Zurita y la trasera del barrio de la Salud, y más a bajo, desde la trasera del parque cultural “Viera y Clavijo ”, hasta el puente  Galcerán.


 
Noviembre de 2011.
 

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