sábado, 12 de septiembre de 2015

EL TIRO DE LA BIMBA






Era la bimba o piedra en manos guanches un proyectil terrible por la distancia, fuerza y puntería con que la lanzaban. No conocieron la honda. Para darles mayor velocidad inicial y salvar las grandes distancias las arrojaban por encima del brazo, pero para las cortas indistintamente por encima o por debajo. Ponían piedras a 130, 150 y más metros, pero las de efecto útil no pasaban generalmente de 50 a 60. Cuanto a la fuerza con que las despedían dice fray Alonso de Espinosa: "... arrojaban una piedra que aunque diese en la rodela o tarja la hacía pedazos y el brazo debajo de ella".

 La puntería era portentosa. Una por una tumbaban todas las pencas de un cardón, tiraban de los árboles una fruta determinada, tocaban el cuerno elegido de una cabra, mataban aves posadas y hasta al vuelo; adquiriendo paralelamente tal serenidad y golpe de vista, que sorteaban las piedras del enemigo con ligeros movimientos sin separarse de su campo de acción. A propósito de esta ligereza observa el autor citado "... era tanta que a diez pasos esperaban que les tirasen quien quisiere una piedra o lanza, y no había de acertarles porque hurtaban el cuerpo con mucha destreza".


Los ejercicios del tiro de piedra unas veces eran en sentido horizontal, otras de abajo hacia arriba y viceversa; teniendo cada territorio señalados diferentes campos para estos concursos, algunos de los cuales conservan los nombres del uso a que los destinaron, como el "El Tiro de la Montaña Grande" o "El Tiro de La Piedra", ambos en la jurisdicción de Güímar; "El Tiro de La Piedra" en Arico; "El Tiro del Guanche" en la costa de Granadilla; "El Tiro del Guanche" en la cumbre de los Roques de Chavao, que perteneció al menceyato de Adeje, etc. Por cierto que este último estaba dedicado al tiro vertical de abajo arriba, consistiendo la suerte en traspasar el risco con una piedra, colocado el tirador a cierta distancia reglamentaria del pie del acantilado.

(Historia del Pueblo Guanche, Juan Bethencourt Alfonso)
Publicado Por María Gómez Díaz. Septiembre de 2015.

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