miércoles, 23 de septiembre de 2015

"Feliz equinoccio de otoño"







“El mayor adoratorio donde hacían romerías era Almogarén de Umiaya, que es una casa de piedra sobre un alto risco de Tiraxana, llamado Riscos Blancos, que fueron de Antón de la Santidad, conquistador. Aún allí hay tres braseros de cantos grandes, donde quemaban de todos frutos, menos carne, y por el humo, si iba derecho o ladeado, hacían su agüero, puestos sobre un paredón a modo de altar de grandes piedras, y enlosado lo alto del monte, y ha quedado una como capilla y zancarrones dentro todo de una gran cerca de piedras muy grandes, y el Risco es el más descollado de todos aquellos sitios.”(Marín y Cubas)

Los rituales se realizaban siempre en lugares sagrado en lo alto de un monte; el mar, por lo que esos montes sagrados debían estar relativamente cerca del mismo, y también en recintos amurallados o cercos, situados en esos lugares.

El risco de Amurga es uno de los lugares donde se puede ver el equinoccio de otoño, con un primer rayo de luz que cae directamente sobre el "túmulo del rey" que obviamente no fue levantada por casualidad, sino más bien por ser el centro del cementerio, donde los rayos de sol inciden primero, dejando en penumbra a las demás tumbas.

Los antiguos pobladores de Canarias elaboraron unos calendarios a través de la observación solar. Pero es la necrópolis de Artenara una de la mas importantes y más extensa en superficie y con un total, de 809 estructuras funerarias protegidas por piedras. En Amurga uno de los lugares donde se pueden observar varias alineaciones, con la estrella Canopo en el complejo que forman el Arco y la cima del Coronadero.

Foto: (Eduardo Grandio)

Publicado por María Gómez Díaz. Septiembre de 2015.

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