lunes, 26 de octubre de 2015

EFEMERIDES CANARIAS






UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERIODO COLONIAL 1501-1600
DECADA 1571-1580

CAPITULO X-XVII



Eduardo Pedro García Rodríguez



1573 enero 26.

PEDRO CASARES OTORGA RECIBO DE LOS BIENES QUE SU SUEGRO, JUAN   DE AVILA, LE DA EN DOTE: AGUA DE LA ACEQUIA REAL DE AGUATONA,  TIERRAS PARA CAÑAS EN EL PASTEL,  TIERRAS LINDANTES CON LA MEJÍA Y EL VALLE DE LOS ALGODONES,  TIERRAS EN AMADOR (AMADORES  ¿),  TIERRA DE SEQUERO QUE DICEN DEL DEÁN EN LA VEGA CASTAÑA,Y TIERRAS QUE DICEN DEL ARRABAL Y CALDERETA.
Ingenio.  (¿)

“Pedro de Casares, v.º de la villa, otorga recibo de los bienes que Juan Ávila, su suegro, le dio  en dote  cuando  casó con  Juana de Ávila, su mujer,  conforme  a la promesa  se dote  que  pasó  ante  Rodrigo  de  Mesa, escribano  público  de la isla, en 7 de Octubre  de 1573, de 650 dbs. en tier- ras, aguas, ajuar y preseas de casa, a saber: dos suertes de agua en la acequia real de Aguatona, que son cuatro días y cuatro noches, conforme a su repar- timiento, con tres suertes de tierras para cañas donde  dicen El Pastel, y tres cuartas en un cercado de dicha vega, que lindan por una parte con tierras de Rodrigo Álvarez que dicen La Mexía, por otra tierras del dicho Juan de Ávila que dicen el Valle de los Algodones, por otra parte tierras de Francisco Díaz Bullullos y tierras de Bartolomé  de Tovilleja “suerte de Amador q.e dizen”; otra suerte de tierra de sequero en la Vega Castaña en el cercado que dicen del Deán, lindando  con tierras de Bartolomé de Tovilleja y tierras que dicen del Arrabal y Calderetas. Estas tierras y aguas pagan 14 dbs. de tributo  a la capilla de Nuestra Señora de la [roto].”
(Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique  Martín Santiago. Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)

1573 febrero 5.

LOS ALCALDES DE AGUAS SE OBLIGAN AL PAGO POR  LA LIMPIEZA DE LA ACEQUIA REAL DE AGUATONA ,DESDE  LA MADRE DEL AGUA HASTA LA SUERTE DE AMADOR.
Agüimes.  “Juan de Ávila y Diego Gutiérrez,  como  alcaldes del agua del heredamiento  de la villa y herederos de la acequia real de Aguatona, por sí y por los demás herederos, deben pagar a Jacomar de Herrera, v.º de la villa, 8 dbs. por su obligación de limpiar la acequia desde la madre donde se toma en el barranco  de Guayadeque  para la acequia, hasta la suerte  que se dice de Amador “que es de las de Tuvilleja”. Herrera  sustituye a Amador Lorenzo, quien, siendo su acequiero, no ha querido  limpiar la acequia aunque  se le notificó. Se obligan a pagarle 20 rls. luego, y Herrera se obliga a dar limpia la acequia desde la madre hasta el molino el sábado 7 de este mes, empezando desde mañana viernes; y desde el molino abajo a limpiarla con el agua y darla limpia el 11 de este mes.
Ts.: Francisco Zamora, alcalde, Juan Alemán y Martín de Mireles, alcalde, vs. de la villa.- Juan de Ávila.- Por testigo, Francisco Zamora de ¿León?”  (Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique  Martín Santiago. Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)

1573 Marzo 9.
El colono natural de Guispúzcoa Sancho de Urtarte inicia sus actividades cono escribano en el Valle de Güímar. En la colonia de Canarias después de la trata de esclavos, el clero católico y de la explotación intensiva de la tierra, las escribanías era la actividad más lucrativa, hasta el punto de que para hacerse con una de ellas se recurría a intrincadas intrigas palaciegas y cuando se podía se traspasaban o vendían por cifras astronómicas.

El primer documento realizado por el colono Sancho de Urtarte en el Menceyato de Güímar fue el siguiente:

1573 Marzo 9., lunes. San Juan de Güímar: Fol. 15 ro

Diego Núñez, clérigo presbítero, vecino de Tenerife, morador en Arafo, por la presente otorga poder cumplido, libre, llenero y bastante a Esteban Ruiz, procurador dé causas, ausente, para todos los pleitos y causas civiles y criminales ante regentes y oidores de la isla de Gran Canaria ante todos y cualesquiér jueces y justicias eclesiásticas y seglares de esta isla como en otras partés. Para presentar pleitos y apelacionés y cobrar todos y cualésquier mrs., bienes raíces y muebles, así como pan, trigo, cebada, centeno, azúcar y cañas, así sea por contratos albalaes, cuentas corrientes o cédulas de cambio. Testigos. Pedro de las Nieves, Juan Martín y Pedro Hernández, vecs., y estantes.- Firma: Diego Núñez. Derechos, gratis

La labor del escribano en la sociedad colonial en las Canarias del siglo XVI era la de dar fe en los hechos jurídicos públicos y privados. Además también intervienen de forma activa en la vida municipal y en pleitos criminales o civiles, hasta una cierta cuantía. No se realizaba ningún acto importante sin que estuviera presente para dar constancia de ello. Hay que diferenciar los escribanos oficiales que actuaban en las instituciones, como los Escribanos «Mayores» y del «Concejo», de los «Escribanos Reales» y los «Escribanos públicos del número».

Los escribanos por designación real obtenían la licencia para el desempeño de su oficio, previo examen ante el Escribano Mayor del Concejo que versaba sobre cartas de poder, contratos y testamentos cerrados y abiertos, etc. Si el aspirante superaba las pruebas,
se informaba favorablemente al Consejo Real y su nombramiento lo concedía la Corona. El ámbito de sus actuaciones era todo el territorio real con la salvedad de no poder ejercer donde estuviera limitado el número de escribanos. Los que ejercían en 1as ciudades donde el Concejo limitaba el número de los oficios, se les denominaba «Escribanos del Número», a cada uno se le .asignaba y registraba un signo que debía usar en el ejercicio de su profesión y que validaba los documentos.

Sancho de Urtarte.

Sancho de Urtarte era natural de Fuenterrabía (Guipúzcoa), debió nacer en fechas cercanas a 1513, porque cuando llegó a Canarias era mayor de 25 años. Desempeñó varios cargos en la administración de la isla para terminar como escribano real en la Palma y Tenerife.

Las primeras referencias suyas las tenemos en 1539, actuando como testigo en la carta de dote entre Jorge Grimón y Juan Vizcaíno, cuando éste casó con Margarita Grimón y en 1540, recibiendo poder ante Juan López de Azoca, esc. Mayor del Concejo, donde el
Ldo. San Juan Verdugo, a la sazón gobernador de Tenerife y La Palma, dice que: «en nombre propio y de Antón Joven, el regidor Pedro Hernández, Alonso de Llerena y orros, dan poder especial a su ayudante Sancho de Urtarte, para que acuda a la Corte a presentar una recopilación de Ordenanzas de la isla y pedir su confirmación», encargo que cumple con éxito.

En los años siguientes de 1541 y 1542 vuelve a ser el mensajero a la Corte para solicitar la ratificación de algunas Ordenanzas y también desempeña diversos cargos en la administración, como el de teniente del gobernador del licenciado San Juan Verdugo y el de alguacil mayor.

También ya en 1541 había intervenido en defensa de los moriscos afectados por la orden de expulsión de la Corona. Por ello, ante López de Azoca, en 21 de julio, Sancho de Urtarte recibe poder de los moriscos horros, Andrés Xuáres, «el viejo», Pedro de Llerena, Hernando Nuñez, Juan de Aguirre y Francisco Henrriquez, para que vaya a la Corte con el testimonio de la información y haga los recursos procedentes, con el fin que los moriscos puedan quedarse en la isla. En mayo de 1543 el licenciado San Juan Verdugo le nombró alcalde las Bandas de Daute con poder para intervenir en causas civiles y criminales.

Desde 1554 hasta 1567 ejerce de escribano público en La Palma en el Oficio. Los documentos generados en esta escribanía no se han conservado en su totalidad y hasta ahora solamente conocemos un reducido número de documentos bastante fragmentados
en el archivo histórico de La Palma.

Podemos suponer que es durante esta época cuando Sancho establece relaciones con la familia Alarcón. En esos momentos Pedro de Alarcón era regidor en La Palma y desde 1548, en compañía del Ldo. Juan de Sta. Cruz y Marcos Roberto de Alamo habían arrendado los ingenios de Los Realejos en Tenerife y Los Sauces en La Palma. Todas estas alianzas familiares se trasladarán a Güímar a partir de la compra del ingenio por Pedro de Alarcón, afianzándose con el matrimonio en 1572 de Luís Horosco con Leonor de la Peña, hija de Pedro y Arguenta de Franquis.

Durante su estancia en La Palma, Sancho de Urtarte se desplazó a la isla de El Hierro para hacer una residencia a Alonso de Espinosa, alcalde mayor de esa isla, por comisión del señor de las islas de La Gomera y El Hierro, don Diego de Ayala. En 1574, como todavía no le había pagado, Sancho de Urtarte hizo un poder a procuradores para reclamarle.

El 12 junio de 1572 otorga testamento en los Realejos ante Juan Vizcaíno, donde dice que estaba enfermo, hace ofrendas y encarga las misas acostumbradas. Luego hace repaso de todas las cuentas que tenía pendientes, declara deber dinero a varias personas
por fianzas y por adelanto de dinero para escrituras que luego no se realizaron, a los hermanos Baltasar y Gaspar Marrero, mercaderes, vecinos en los Llanos en La Palma, 4 reales de un asno que les compró, una espada que tomó no se acuerda a quien, siendo alcalde en Garafía, pide que se pague al Mayordomo de las Penas de Cámara o a quien viniera diciendo que le pertenece. También dice que tiene dos libros de cuentas donde está anotado todo y que se pague. Pide ser enterrado en el monasterio de Candelaria y deja como heredera a María de Urtarte, su hija natural. La relación que mantiene con su paisano se refleja porque doña a Catalina la hija de Juan Vizcaíno, seis doblas.

También ese día otorga poder ante el mismo escribano a Juan López, vecino de La Palma, seguramente para liquidar algunos negocios pendientes en la Palma.

Entre esa fecha y principios de 1573 se instala en el valle de Güímar, en una casa junto a la ermita de San Juan, le acompaña su hija María y su yerno Alonso Rodríguez, quien le ayuda en la escribanía, además de otros escribanos que actúan de comisión como el guanche Hernán Pérez que reside en Candelaria del matrimonio de su hija María de Urtarte nacieron ocho hijos, algunos de ellos fallecen siendo niños y otros darán continuidad al apellido de Urtarte en Güímar.

A partir de 1580 la actividad de la escribanía va decayendo, las epidemias de peste de esos años estaban diezmando la población de las islas y también el valle de Güímar, además el hundimiento del negocio del azúcar había ocasionado la emigración de muchas familias, sin embargo, se mantiene en activo hasta finales de 1583, falleciendo entonces. No tenemos más datos de este hecho que la referencia en 1584 procedente de un documento otorgado ante Lucas Rguez. Sarmiento, donde se dice que por muerte de Sancho de Urtarte los protocolos de su escribanía habían sido recogidos por el escribano del Concejo, Simón de Azoca. Este hecho explica: el porqué la documentación de Urtarte se encuentre junto a los legajos del antiguo Cabildo y no con el resto de las escribanías de la Isla.

Los documentos:

Los originales de esta colección documental se conservan en el Archivo Municipal de La Laguna y comprenden tres carpetas con un total de 1.173 folios y algunas hojas sueltas. Son los únicos que se conservan en Tenerife de este escribano y forman un conjunto de cuadernillos que carecen de índice, lomos y guardas, comenzando el primero en el folio 15.

El estado de conservación es bueno, con la excepción de algunas hojas muy deterioradas, unos por ataques de insectos bibliófagos, y otros traspasados por la acción de las tintas metaloácidas usadas, detalles que se hacen constar en la transcripción.

Encontramos diversas variedades de papel, pero en general de buena calidad. Por el tipo de textura y grosor se reconoce que son papeles de tina. Los más gruesos han soportado mejor el paso del tiempo y los delgados son los que presentan un mayor deterioro al ataque de las tintas. Las dimensiones son de 32. cm. x 44 cm. el pliego y 32 cm. x 22 cm. la hoja, medidas frecuentes en los pliegos italianos, franceses y alemanes del siglo XVI.

Un examen a trasluz nos muestra las huellas de los puntizones, corondeles y filigranas del molde. Estos detalles identifican el fabricante y origen del papel. Los dibujos de Jas filigranas (el peregrino, mano abierta, etc.) confirman que la mayor parte de los papeles empleados en la escribanía de Sancho de Urtarte proceden de fábricas francesas o italianas.” (Miguel A. Gómez Gómez, 2000)


1573 marzo 13.
PROMESA DE DOTE: UN PARRAL LINDANTE CON TIERRA DEL HOSPITAL DE   SAN MARTÍN,  AGUA DE LA ACEQUIA REAL DE AGUATONA,  MITAD DE UN LAGAR,  TIERRAS,  MEDIO  ASIENTO DE COLMENAS Y AJUAR.  Agüimes.  “Juan Alemán, v.º de la villa, estando  concertado  el matrimonio entre Juan López, v.º de la villa, hijo de Pedro de Burgos y de [roto] López, vs. de la isla, y María Hordones, su hija y de Juana Milián, su mujer, doncel- la, le promete  en dote los siguientes bienes: media suerte de parral de una suerte que tiene de parral en el término  de la villa, que linda por arriba con tierra del Hospital de San Martín que posee Pedro de Escobar, por abajo con parral  de Andrés Hernández,  v.º de la villa, y por  un  lado  con  tierras  de Martín  de  Mireles, con  un  día  y noche  de  agua  en  la  acequia  real  de Aguatona de una suerte  que tiene del parral en dicha acequia (el agua y la tierra  las hubo  a tributo  perpetuo  sin parral, que  plantó  después;  la otra media suerte de parral y agua la hubo  de la iglesia de San Sebastián por tres vidas, a 6 dbs. por año, y linda con el dicho Andrés Hernández); la mitad del  lagar de  madera  pegado  al parral, con  seis cascos enhiestos;  medio cahíz de tierra  en el término  de la villa debajo  de las de Diego Díaz, el que  López  escoja; tres  fans. de  tierras  con  medio  asiento  de  colmena, donde  López quisiere; seis fans. que quiera de las cincuenta  que el otor- gante tiene en Los Pajonales de la villa; la mitad de una huerta  que linda con corral del mismo López, tomando  de un parral que parte por debajo de una higuera breval, que está junto a la calle real la parte que linda con dicho corral; dos colchones nuevos con su lana, cuatro sábanas, tres almo- hadas  (dos  labradas  y  una  blanca),  una  fresada,  un  manto   nuevo  de anascote, una saboyana de anascote y dos sayas (una amarilla nueva y otra de londres).
Ts.: Hernando Estévez, Francisco Hernández,  Alonso Casado y Juan López,  v.º  de  Telde,  y  los  demás  de  la  isla.- A ruego  y  por  testigo, Hernando Estévez.”
(Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique  Martín Santiago. Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)


1573 Marzo 17, martes. San Juan de Güímar: Fol. 17 ro

Luis Horosco de Santa Cruz y doña Leonor de la Peña y Alarcón, su legítima mujer, vecinos de Tenerife en el valle y heredamiento de Güímar, ella con licencia de su marido. Dicen que tienen un siervo llamado Juan, berberisco, de veinte y ocho años y Rodrigo Hernández, canario, morador en Chicayca en el término de Güímar, le da por la libertad y ahorría del dicho Juan 100 doblas que son 50.000 mrs. de moneda de Canaria, que las recibieron en dineros de contado. Por tanto dan por libre y quito al dicho Rodrigo Hernández de las dichas 100 doblas. Por la presente dan libertad de todo cautiverio, servidumbre y sujeción al dicho Juan. Hecha en las casas de la morada de los otorgantes.- Tgos. Hernando de Alarcón, Magros Martín, Sebastián González, purgador, Pero González, herrero y Alonso Pérez, vecs. y estantes.- Firman: Luís Horosco de Santa Cruz -Leonor de la Peña. Derechos, un cuarto de carnero que le dio Juan de Avila.
(Miguel A. Gómez Gómez, 2000)


1573 Marzo, 17, Marte. San Juan de Güímaf: Fol. 19 rº

Rodrigo Hernández, canario, morador en Chicayca, que es en el término de Güímar, dice que por hacerle merced, Luís Horosco de Santa Cruz y su mujer doña Leonor de Alarcón, hoy áhorraron y dieron carta de libertad a Juan, morisco, siervo de los dichos Luís y Leonor, por precio de cien doblas.. Aunque en la dicha carta de ahorría se dieron por contentos y pagados y a él dieron por libre y quito, y también al dicho Juan, morisco, en realidad les quedó debiendo cincuenta y tres doblas de esta moneda de Canaria, las cuales dará y pagará al plazo de yuso en esta isla. Para ello hace debida deuda ajena por propias de él, y las cuarenta y siete que restan, les dará diez en dineros de contado y las treinta y siete de resto a cumplimiento de las dichas cuarenta y siete, Luís Horosco de Santa Cruz está contento de recibirlas de la señora Arguenta de Franquis, las cuales ella debe a Juan Gómez, mallorquín, de desburgas que ha hecho. Las dichas doblas las dará y pagará en dineros de contado, cuando se las pida y demande.- Tgos. Magros Martín, Hernando de Alarcón y Diego Pérez Betancor, vecs. Firma: Rodrigo Hernández. Derechos, un real y medio. (Miguel A. Gómez Gómez, 2000)

1573 Marzo23. martes. San Juan de Güímar: Fol. 21 ro

Luís Horosco de Santa Cruz, morador en el heredamiento e ingenio de Güímar, dice que Marcos de Almao y Jerónimo de Vandeval, vecinos de la Palma, le deben doscientas doblas de resto de mayor cuantía, según consta por la escritura pública que otorgaron en favor de Luis Horosco ante Bartolomé Morel, esc. de S.M, y público de la dicha isla.

Por la presente otorga todo su poder a Rodrigo Gervellón de Santa Cruz, su hermano, vecino de la Palma, ausente, para que en su nombre pueda cobrar de los dichos Marcos Roberto y Jerónimo de Vandevallas doscientas doblas, y de lo que cobrare, dar carta de pago y finiquito. Se da por contento de las doscientas doblas por cuanto ya las recibió de su hermano.- Tgos. Diego Hernández, natural de Ponte de Lima, Mateos López y Diego Pérez Betancor, vecs. y estantes. Firma: Luís Horosco de Santa Cruz.
Derechos y saca, real y medio. (Miguel A. Gómez Gómez, 2000)


1573  Abril 7., martes. San Juan de Güímar: Fol. 22 ro

Pero Báez, morador en Arafo, por esta carta da poder general a Alonso Martín, zapatero, morador en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, que está ausente, para que lo represente en todos los pleitos y causas civiles y criminales que él tiene y espera tener.

También le da poder para parecer ante S.M. y ante los señores de su muy alto Concejo, presidentes, oidores de la audiencia y ante los señores regentes y oidores que residen en la isla de Gran Canaria. Hecha en las casas de la morada de Alonso Rodríguez.- Tgos. Sebastián González, Juan Martín y Andrés de Valladolid, vecs. y estantes. Firma: por no saber escribir el otorgante, Juan Martín. Registro y saca, real y medio. (Miguel A. Gómez Gómez, 2000)


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